Avelina Lésper fue agredida física y verbalmente tras el debate que sostuvo con algunos grafiteros en el Museo de la Ciudad de México.
En entrevista para Milenio Televisión, la curadora de la colección Milenio Arte narró cómo ocurrió:
“Al final, hablando para las cámaras de MILENIO, dos mujeres me empezaron a jalar del cabello, empezaron a amenazarme diciendo que a qué le tenía miedo. Cuando salgo del recinto, se acercó un tipo con enorme violencia, me aventó un pastel, me golpeó de la fuerza con la que lo hizo y me tuve que ir huyendo”.
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La crítica de arte lamentó que el debate no pudiera llevarse a cabo de forma serena, pues “las agresiones verbales fueron constantes. [...] Ni siquiera alcanzaban a escuchar mis argumentos, era un golpeteo constante a través de lo que tenía que ser un diálogo”.
Sin embargo, Lésper aseguró que se mantendrá firme en su opinión sobre el grafiti y que no se retractaría de sus dichos.
“Nada que implique esta violencia se puede llamar arte. [Los grafiteros] dejaron muy claro que no se puede hablar de ello”.
Explicó que no sintió necesidad de ir acompañada o llevar seguridad de ningún tipo, pues “pensé que iba a ser justo, íntegro y no lo sentí así, porque fui emboscada desde el principio”.
Al ser cuestionada sobre la motivación para convocar a este debate, Lésper respondió:
“Fui a demostrarles a esos montoneros, a esos gritones, que Avelina Lésper no se la pela a nadie”.
En su primera intervención, Lépser leyó su posicionamiento, en el que destacó que el grafiti es una “violación a los derechos ciudadanos [que] se realiza con obras que en la inmensa mayoría carecen de originalidad y desarrollo técnico”.
Dijo también que “al igual que el arte contemporáneo VIP, [el grafiti] se posiciona como incuestionable y obliga a la aceptación desde el chantaje del victimismo social”.
ASS