Ayudar a los jóvenes es una cuestión de ética: Gergiev

“Los líderes en el futuro serán los niños de los países que creen programas educativos”, según afirmó ayer el director general del Teatro Mariinsky.

El músico estuvo al frente de la Orquesta Sinfónica y Coro Esperanza Azteca de la organización mexicana, en los jardines del Cenart.
México /

Trabajar con niños y adolescentes lleva a Valery Gergiev, director general del Teatro Mariinsky, a recordar sus inicios: “Tenía ocho o diez años, y muchos maestros maravillosos me ayudaron”, dijo ayer en conferencia de prensa celebrada en el Auditorio Blas Galindo, del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

Gergiev regresó a México para celebrar los 20 años de Fundación Azteca con un concierto realizado ayer al mediodía en los jardines del Cenart. El conductor ruso estuvo al frente de la Orquesta Sinfónica y el Coro Esperanza Azteca, además de contar con la colaboración del violinista Lorenz Nasturica-Herschcowici y los cantantes Dmitry Grigoriev y Alexander Mikhailov.

Ganador del premio Herbert von Karajan en 2006, cuando fue calificado como “una de las figuras culturales más relevantes de nuestra era”, Gergiev indicó que “todos sabemos que debemos ayudar lo más que podamos a nuestras generaciones más jóvenes.
Es una cuestión moral, de ética. Es absolutamente importante para nuestra generación ayudarles lo más que podamos”.

El director, que trabaja con orquestas como las filarmónicas de Berlín y Viena, así como las sinfónicas de Londres, Chicago y San Francisco, enfatizó que se puede hacer mucho por los niños y jóvenes. “Muy seguido, y durante mucho tiempo, pienso junto con mis amigos qué podemos hacer por ellos. Hemos estado muy activos en San Petersburgo en los últimos cuatro o cinco años, mucho más que antes”.

Sobre los programas de orquestas infantiles y juveniles, que han recibido gran apoyo en México en los últimos años, el músico señaló que todos los países cuentan con niños, “pero no todos los países crean oportunidades iguales para estos niños. Los líderes en el futuro serán los niños de los países que creen programas educativos y tengan una visión fuerte. Estoy seguro de que México será uno de los países donde ocurran cosas maravillosas. Así que les deseo éxito en la materialización de los sueños que ustedes tienen”.

La orquesta y el coro interpretaron la obertura Ruslan y Lyudmila, de Mikhail Glinka; el aria del príncipe Gremin, de la ópera Eugene Onegin, de Piotr Ilyich Tchaikovsky; una selección de las Danzas polovtsianas, de Alexander Borodin, y fragmentos de Carmina Burana, de Carl Orff.

Gergiev afirmó que dado que el concierto sería al aire libre, decidieron que “sería apropiado tocar una música de autores de música clásica que fueran muy populares, como Tchaikovsky y Borodin. Es difícil tocar completa Carmina Burana, pero hicimos una buena selección de fragmentos de esta pieza que es tan popular”.

Gergiev también mencionó que los músicos de Esperanza Azteca “están muy bien preparados, aunque no es fácil tocar al aire libre. A todos nos encanta la naturaleza, pero la música clásica necesita de la acústica. Sin embargo, para un evento especial como este es bueno tocar al aire libre porque la gente puede disfrutar la combinación de música y naturaleza. Además no habrá nieve ni lluvia. Hace dos años, una presentación de la Metropolitan Opera de Nueva York fue cancelada debido a la nieve”.

Beneficiados, 17 mil infantes

Esteban Moctezuma, presidente de Fundación Azteca, mostró su beneplácito de que fuera Valery Gergiev el encargado de dirigir el concierto de ayer. “El año pasado que vino a México conoció el proyecto de nuestras orquestas y lo llevamos a Puebla. Preguntó sobre el proyecto, le gustó mucho y dijo que quería colaborar de manera permanente. Por lo tanto hemos iniciado una relación que a todos nos llena de orgullo. Para niñas, niños y jóvenes de Esperanza Azteca es una enorme satisfacción. ¡Hay maestros que dicen que quisieran ser alumnos para poder ser dirigidos por el maestro!”.

Moctezuma indicó que Esperanza Azteca empezó hace ocho años y ya cuenta con 87 orquestas en todo el país, una en Los Ángeles, dos en El Salvador y una en Guatemala. “Más de 17 mil niñas y niños han sido beneficiados por el programa. Son niños que, en su origen, ninguno de ellos tocaba música clásica y ahora se puede ver el nivel que cualquier niño mexicano puede alcanzar cuando se le da la oportunidad”.

  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras

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