El teatro es un arte, uno que ha evolucionado con el paso del tiempo pero que se mantiene firme porque permite la creación de personajes y pasajes reales o ficticios a través de historias, las cuales son contadas a un público que, cautivo, usa el aplauso como máxima para calificar el valor de una representación y los diálogos de la obra para reflexionar.
Ese es parte del significado que dieron a esta disciplina artística los directores y actores Martín Vicente Balmaceda y Michael Hubert Miller Jr, también maestros de la Compañía de Teatro de la Universidad de las Américas de Puebla (Udlap), quienes compartieron a MILENIO Puebla parte de sus experiencias y vivencias en su larga trayectoria internacional en el marco del Día Mundial del Teatro, que se conmemora este 27 de marzo.
Martín es originario de Chile pero la mayoría de su carrera la ha realizado en Estados Unidos y en México con obras de teatro latino y contemporáneo, principalmente. Una de las frases con las que más se identifica es “Never give up”, que al español significa “Nunca te rindas”.
“Una de las razones por las que decidí dedicarme al teatro es porque de niño siempre me gustó contar historias, actuarlas, representarlas”, compartió Balmaceda, quien este 2022 cumplirá seis años como académico de la Udlap.
Sus trabajos más recientes hablan de su enorme capacidad teatral, ya que fue galardonado con el premio ATI 2016 al mejor director de teatro independiente en Nueva York gracias a la producción de "Yoleros", que también recibió nominaciones a los premios ACE y HOLA.
Asimismo, ha participado como actor y director en las compañías artísticas más importantes de Nueva York, como La MaMa, Dixon Place, The Bushwick Starr, The New Ohio Theater, INTAR, Studio Theatre in the Row, Teatro IATI, Repertorio Español y The Pan Asian Repertory Theater Company.
Sin embargo, dos de los proyectos que más satisfacciones le han dejado son "Medea", la cual dirigió por invitación de CoArte en Santiago de Chile, así como "Un enemigo del pueblo", de Henrik Ibsen, adaptada por el estadounidense Arthur Miller, la cual montó y presentó en el Lee Strasberg Institute en Nueva York.
En el caso de Michael, nacido en Kentucky, Estados Unidos, él se describió como un apasionado del teatro porque le permite ser parte de “familias” con un mismo objetivo, pues las obras van más allá de la representación de actores sobre una historia, ya que también se involucran escenógrafos, dramaturgos, guionistas y demás personal.
Actualmente se desempeña como profesor y director artístico de la Compañía de Teatro Udlap, con la que en abril próximo estrenará una puesta en escena echando mano del talento universitario, al que le gusta dirigir porque se llena de su talento y capacidad para atender los nuevos proyectos a pesar de situaciones adversas como la pandemia de coronavirus.
Miller es especialista en improvisación, lo que le ha valido contar con más de 10 años de trayectoria teatral en México, Estados Unidos e Inglaterra en facetas diferentes como director, actor y escritor.
Michael recién se integró a la Udlap en 2021 pero ha pasado su vida artística en teatros de gran reconocimiento mundial como el Soho Theatre en Londres, GITIS Academy de Rusia, Foro Shakespeare y Foro Lucerna en Ciudad de México, Know Theatre y Ensemble Theatre Cincinnati, en Ohio.
Como director y escritor ha participado en festivales como Cincy Fringe Festival, en Estados Unidos, y Off-Cut, en Inglaterra; ya como actor ha tenido participación en The Assembly México, una compañía dedicada a hacer sketches improvisados con especialidad en comedia, lo que no limitó su aparición en obras teatrales en The Squirrel, en Nueva York, así como en El Bataclan, El Vicio y Foro del Tejedor en la Ciudad de México.
Tanto Martín Balmaceda como Michael Miller coincidieron en que hacer teatro suele ser complicado no solo por lo que representa a nivel escénico, sino también por los recursos económicos para montar las obras, los cuales escasean más en países latinoamericanos que en Estados Unidos o Europa.
Los maestros advirtieron que situaciones como la pandemia evidenciaron que al teatro es tradicionalista y debe dar un paso adelante para competir frente a otros mercados, ya que en ocasiones las obras son muy extensas y no involucran tanto al público, por lo que una opción a considerar es volverlas más interactivas y aprovechar las nuevas tecnologías.
AFM