El pintor español Miquel Barceló ha interpretado con acuarelas el clásico universal de la literatura Fausto, de Goethe, después de que hace quince años se atreviera con la Divina comedia de Dante Alighieri.
“El libro es una reflexión sobre la vida, muy actual. Trata del conocimiento, el olvido, el deseo, la pérdida del deseo, el poder y su pérdida, la idea de Dios o la ausencia de Dios. Además, todos tenemos un Fausto y un Mefistófeles dentro”, comentó ayer el artista durante la presentación del primer volumen de la obra (Galaxia Gutenberg).
Es una edición bilingüe, alemán y español, con 72 imágenes del artista español vivo más cotizado, que comenzó a pintarlas en el verano de 2017, en el norte de la India, donde estaba de vacaciones.
Al respecto, el artista dijo que las imágenes surgieron “en un ámbito budista, junto al Himalaya, en el norte de India. La luz y los colores que he dibujado vienen de ahí”.
Las obras, agregó, muestran unas pulsiones “que todos compartimos: el deseo, el riesgo, el poder, dios y su ausencia, y en un lenguaje de metáforas fabulosas.
“Hacer libros me parece urgente. Exposiciones he hecho muchas, quizá demasiadas, pero libros no los suficientes. Es algo que falta, aunque algunos piensen lo contrario. Y esto no lo hacemos como regalo de Navidad, sino para que quede para siempre, no en plan comercial”, subrayó el pintor.
Este trabajo es “una interpretación paralela” del primer volumen del libro, que Goethe escribió en 1806 y publicó en 1808, cuando tenía 57 años, según recordó el editor Joan Tarrida.
Barceló “hace una lectura paralela, no ilustra, como hicieron otros. Hace una interpretación paralela a los textos que estudia”, añadió.
“Soy pintor, no un ilustrador”, corroboró el artista, que trabaja ahora en el segundo volumen.
Barceló se marchaba ayer al norte de la India, donde está creando las acuarelas del segundo tomo, que saldrá en octubre de 2019.
La historia cuenta el mito de Fausto, el hombre sabio que está frustrado por los límites del conocimiento humano y es incapaz de ser feliz hasta que aparece Mefistófeles para ofrecerle los placeres de la vida a cambio de vender su alma al diablo.
La crítica de arte Ángeles Blanco ha dicho que Miquel Barceló “lleva cuarenta años sorprendiéndonos con su obra. En continuo movimiento, como un trashumante, hace suyos todos los lugares en los que planta su estudio y en ellos recoge la inspiración: luz, polvo, mar, cuevas o la influencia de otros artistas en cualquier ámbito conforman el poso de su trayectoria”.
Barceló transforma en acuarela el drama del ‘Fausto’, de Goethe
El artista dijo que las imágenes surgieron “en un ámbito budista, junto al Himalaya, en el norte de India. La luz y los colores que he dibujado vienen de ahí”.
Madrid /
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