En la Mediateca del Museo Universitario del Chopo se recreará el ambiente de un sello editorial donde se daban cita diversas corrientes artísticas. La regresión histórica está ubicada en el barrio de Almagro, en Argentina, un proyecto que inició con las jóvenes artistas y poetas Fernanda Laguna y Cecilia Pavón y que será expuesta en Belleza y Felicidad, arte y literatura salvaje en el Buenos Aires de los 90.
Para situarnos en la muestra hay que remontarse a 1998, en la época postdictadura de Buenos Aires. En esa temporada “ellas estaban en sus veintes y pertenecían a una generación postdictadura argentina, que venían con muchísimas ganas de escribir, de mostrar una cultura que estaba explosionando justo por la represión que les precedía y los espacios culturales no se daban abasto para recibirlas, por los protocolos de las instituciones”, dice en entrevista con MILENIO Abril Castro, curadora de la exposición.
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En 1998 surgiría una de las tres primeras editoriales independientes en Argentina, Belleza y Felicidad, sello de estas artistas que se estrenó con la publicación de El mendigo chupa pijas, una novela en formato fanzine de Pablo Pérez.
“El sello Belleza y Felicidad invitaba a escribir por la mañana y publicar por la tarde, así que era una escritura muy emparentada a la escritura automática; entonces los poetas, los narradores se daban cita por la mañana, trabajaban los textos que capturaban en computadora o máquina de escribir, se fotocopiaban y se engrapaban. Por la tarde se presentaban y estaban a la venta del público”.
En 1999 deciden tener su propio espacio y rentan un local que había funcionado como farmacia, y en ese ambiente que Fernanda Laguna definió como estética trash es que Belleza y Felicidad también tendría su espacio físico. Todo evolucionaría porque en ese lugar, que tenía una apariencia de tienda de regalos (y que “en Argentina le llaman regalería”) crearon una galería donde servían tragos, además de que el sótano lo adaptaron como foro de conciertos y performances.
El espacio y la editorial dieron la oportunidad de “leer a precios accesibles y llegar a otro público, que no es necesariamente el que consume en una librería o cafetería. Ese objetivo se lograba y creo que era fácil reproducir las obras y nunca tuvieron algún problema. Justo por eso se dio a conocer en el resto de Latinoamérica, en un momento donde el internet era casi inaccesible para la juventud. Un proyecto que difundió de boca en boca y de mano en mano”, dice Abril Castro.
El Museo Universitario del Chopo exhibirá fotografías del espacio, sus visitantes, los eventos que realizaban y estará “a la mano, para consulta del público, toda la colección editorial de Belleza y Felicidad”.
Libertad queer
El concepto de Belleza y Felicidad era la libertad, con todo lo que significa: creativa, de diálogo, de género y preferencias, porque ellas querían un espacio en que su generación pudiera encontrarse.
En este Mes del Orgullo, puntualiza Abril Castro, es importante hablar de este proyecto porque “no solo se encontró un punto de encuentro, sino otra manera de habitar el Buenos Aires de los 90: ahí se dieron cita muchísimos de la comunidad queer/cuir, en la poesía, la música y la literatura.
“Belleza y Felicidad se volvió un hogar y una comunidad para las juventudes de la disidencia sexual de aquellos años en Buenos Aires. Si bien, ellas no eran disidentes de género o sexuales, sí lo son en el sentido de su performatividad, sus intereses y la obra que crean, además de que fueron cercanas a los artistas Roberto Jacoby y Sergio de Loof (que presentaron en el espacio algunas de sus piezas), quienes les enseñaron la belleza de la cultura glam y pop gay-lésbica”.
La inauguración de Belleza y Felicidad, arte y literatura salvaje en el Baires de los 90 será el jueves 1 de junio a las 11:30 horas en la Mediateca del Museo Universitario del Chopo.
PCL