En una meseta a unos metros de donde será instalado el Cristo Gigante de Santiago, el Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López bendijo, la primera piedra del que se espera uno de los monumentos distintivos de México.
El día claro y fresco enmarcó la ceremonia en la que los niños cantores de la Villa de Santiago le dieron un ambiente acorde a la época navideña.
La bendición y arranque formal del proyecto dio inicio a las obras que contemplan la construcción de una figura de Cristo de tres metros más alto que la emblemática escultura del Cristo Redentor de Río de Janeiro en Brasil.
En él área donde quedará enclavado el monumento ya fue habilitado un camino para facilitar el acceso de la maquinaria que participaría en la construcción de una explanada, una capilla para 150 personas y un monasterio para las religiosas de las Carmelitas Descalzas.
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El conjunto escultórico tendrá dos vistas, una con cara a los Cavazos y la otra hacia la comunidad de el Barrial, justamente a un lado del centro de entretenimiento de los Rayados del Monterrey.
Los trabajos quedarían concluidos para noviembre del próximo año y sería financiado por donativos.
Los empresarios Jorge Urdiales, Víctor Luis Andonie, Salvador Tafich y Luis Castro encabezan el proyecto, que es realizado por el arquitecto Oscar Garza Valtier. Su padre, Aureliano Garza González, diseñó la figura monumental.