El 21 de marzo de 1806, nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, Benito Pablo Juárez García, quien se convertiría en presidente de México. Como mandatario, sus principales logros incluyeron la defensa de la Constitución de 1857, la proclamación de las Leyes de Reforma y la respuesta exitosa a la Intervención Francesa y el Segundo Imperio. Pero una de las historias más personales del mandatario involucra a Margarita Maza, quien fue su esposa.
El matrimonio se realizó cuando ella tenía 17 años y él 37. Juntos tuvieron doce hijos: nueve mujeres y tres hombres. Cuentan que en una ocasión Benito Juárez intentaba anudarse la corbata, sin éxito. Entonces llamó a su esposa para pedir ayuda, y ella respondió de una manera única.
Según un texto del poeta Andrés Henestrosa, Juárez “no sabía manejarse entre esos aditamentos occidentales” y tuvo que pedir ayuda a su esposa.
“Y Margarita Maza acude solícita y le anuda la corbata en un santiamén, no sin decirle: '¡Qué inútil eres, señor Juárez!' Y la voz de la mujer lo envuelve, lo pacifica, lo devuelve a su niñez montaraz, cuando pastor de ovejas, todavía no asoma en su mente la idea de abandonar el pueblo y el lago de su pueblo. Su grandeza se humilla, claudica su voluntad ante la presencia de la esposa que lo salva de aquel cotidiano trance. Están el uno frente al otro, los ojos en los ojos. Juárez, con ser de baja estatura aparece gigante ante los ojos de Margarita. Ella, con ser más alta, está al nivel de su pecho, que era donde ella quería estar: a la altura de su corazón”, escribió Henestrosa en 'Los caminos de Juárez'.
Se dice que la unión entre Benito y Margarita era única y que la muerte de ella lo dejó devastado al grado de deteriorar su salud. Margarita Maza murió el 2 de enero de 1871. Benito Juárez se reunió con ella al año siguiente, el 18 de julio de 1872.