Qué fue primero Joy Division o New Order. Si atendemos el orden cronológico nunca habrá dudas. Pero creativamente o de acuerdo a quién se escuchó primero, los seguidores suelen hacerlo a como se les presente, primero van con New Order y después a Joy Division, y recíprocamente.
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Uno nos lleva a otro, a fin de cuentas, el orden no altera los factores del producto. Así parece indicarlo Bernard Sumner en su libro llamado “New Order, Joy Division y yo” (Sexto Piso). Pone primero a su banda actual y en segundo la del pasado, y eso es lo importante, aún hay Nuevo Orden para rato y para incluso escribir esta gran obra. La División es clara, no hay punto y aparte, sino un culto especial para las dos.
Pero quién es Bernard Sumner y copio de lo que él se dice en esta autobiografía. Nació en 1956 en Salford, Inglaterra, y fue miembro fundador de Joy Division en 1976, y después de la muerte de Ian Curtis en 1980 se convirtió en el cantante y guitarrista de New Order.
Pero ante esa trayectoria lo queremos saber de su puño y letra. Influencias, claro que las menciona. Y por si quedaba duda de su orden en la música cito lo siguiente: “Yo era un gran fan de Lou Reed; me gustaban sus solos. Me interesé por Transformer, Rock and roll animal (su álbum en directo), y Berlin antes de haber oído hablar de la Velvet Underground”.
Ian Curtis no debe faltar en el imaginario de Sumner y claro de la banda “oscura y radical” que surgió en aquella fría Mánchester: “Ian era contradictorio en muchos aspectos. Estaba loco por formar parte del grupo, estaba loco por la música y por la música de Joy Division, y, sin embargo, al mismo tiempo, tenía miedo de todas esas cosas, lo que configuraba un jeroglífico que a los demás nos resultaba muy difícil de descifrar”.
Además, esperamos leer lo que dice de aquella hermosa canción llena de claroscuros: “‘Love will tear us apart’ es una de las canciones de amor más hermosas que se hayan escrito nunca”, “ha demostrado ser una de las canciones más perdurables que hayamos escrito jamás, si no la que más”; en 2012, una emisora de radio irlandesa la nombró: “la canción más grande de todos los tiempos”, menciona con orgullo el músico.
Pero de New Order hay mucho que decir, desde cómo surgió y su extraordinaria idea del rock electrónico, que retomó de los laboratorios de sonido de las universidades. Así recuerda: “Me di cuenta de que toda la gama de posibilidades ofrecidas por un sintetizador y la manipulación del sonido eran profundamente intrigantes, y fue esa intriga la que dio nacimiento a las ideas y la música que creamos en New Order”.
Palabras que elevan fuera de este mundo esas sensaciones de sonidos envolventes y etéreos, una suma de sus dos hits: “Bizarre love triangle” fue parte del sonido justo en el momento preciso y “Blue monday” fue una pieza clave en nuestro ascenso por la escalera de la tecnología y de la música electrónica”, palabras de Sumner.
Pero las peleas también destacan en obras como estas. No dejaría de ser estrella de rock quien no experimente el resquebrajamiento, la partida, como le sucedió con otro histórico del club de la División y el Orden: Peter Hook, quien dijo adiós a la banda en el 2007.
Discos de impacto como Unknown Pleasures de Joy Division o Technique de New Order no fueron en vano, pues obedecen a la evolución musical que siempre ha demostrado como músico. Y aquí se explaya en todos los sentidos, de la música a lo personal, aunque hay que decir que profundiza más en lo primero.
Pérdida, posibilidad, nacimiento, redención, así se hacen los grandes músicos y Sumner asume sus posturas con un absoluto sentido de la prosa personal, con humor e ironía, y muestra parte de la historia de dos de las bandas que más han influido en la evolución del rock.