Cuando Björk pensó en crear Björk Digital. Música y Realidad Virtual no sólo quería desarrollar las piezas con artistas audiovisuales que ofrecieran diversas propuestas y metodologías de animación, sino "crear esta nueva-vieja manera de consumir un contenido que emula cuando íbamos a comprar un disco a una tienda o al cine", cuenta Alejandro Franco, productor de la muestra en México.
La exposición que se presenta en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) desde hoy y hasta el 27 de julio es —según Franco— "un segundo round", pues el año pasado ya se presentó en el Foto Museo Cuatro Caminos. El productor dijo que esta vez los contenidos fueron remasterizados y que están montados en espacios con un tratamiento diferente.
- Te recomendamos Las hermanas Labèque y su conexión telepática al piano Cultura
"Abrir esta conversación tiene que ver con nuestro día a día, con involucrarnos con la tecnología, la realidad virtual, los contenidos 3D y las realidades mixtas que ya están al alcance de mucha gente en todo el mundo. Éstas empiezan a convertirse en un vehículo para comunicar y, por supuesto, en un vehículo natural para el arte".
En esta ocasión se busca no sólo centrar la conversación en Björk, sino abrir nuevos debates y la exploración de contenidos creativos en el campo de las artes. Por eso, el Cenart, en conjunto con el Centro de Cultura Digital, realizarán una serie de foros, mesas redondas, un ciclo de cine y charlas magistrales en las que participarán los creadores que colaboraron como directores, productores y artistas con Björk, entre ellos Andrew Thomas Huang, Andrew Melchior, Kaoru Sugano y Jesse Kanda, quienes analizarán las posibilidades de estas tecnologías.
La experiencia, que en esta ocasión costará 150 pesos —510 menos que el boleto más costoso que se ofrecía el año pasado en el Foto Museo—, está dividida en tres salas que incluyen una selección de videos de la cantante; la interacción con la aplicación Biophilia, que contiene el álbum homónimo en el que se pueden ver las ideas de Björk sobre naturaleza, ciencia, música y cosmos; y seis piezas audiovisuales con contenido 360 y realidad virtual.
En esta última se muestra el proceso que la artista islandesa vivió después de una ruptura y que convirtió en su octavo álbum de estudio, Vulnicura (2015): "es un disco en el que refleja ese momento difícil de cualquier ser humano cuando termina una etapa, cuando toca fondo y cuando renace. Habla mucho del fin de una era: de ir hacia adentro y a partir de ahí empezar algo nuevo".
Björk Digital. Música y Realidad Virtual "es una muestra valiente de una mujer que nunca ha tenido miedo de experimentar, de una mujer que hace años, cuando parecía impensable, se compró una laptop y empezó a hacer música ella sola. Ahora es de las primeras artistas en motivar a directores y productores a ir un paso más allá en sus creaciones y por eso no parece extraño que sea quien encabece una exhibición de este tipo. Ésta es una referencia para que productores y realizadores mexicanos la tomen y sigan produciendo para generar muestras y contenidos de este nivel en nuestro país", concluye Franco.
ASS