La noche de este viernes arrancaron las actividades de Calaverandia, el único parque temático del Día de Muertos que nuevamente se ha instalado en el Parque Ávila Camacho. Desde las 18:00 los visitantes se congregaron en las distintas entradas del parque para poder entrar hacia las 19:00 siendo recibidos con un cálido aplauso por parte del personal. "Desde que llegamos todo muy claro, muy bien señalizado, en la mayor parte se puede andar bien con carreola" comenta una de las asistentes que ha asistido con su familia, incluyendo al más pequeño.
Calaverandia cuenta con diversas atracciones para chicos y grandes dónde se congrega una buena cantidad de las tradiciones alrededor de la popular celebración: trajineras, juegos interactivos, bazar artesanal, un altar de más de 12 metros, el Inframundo inspirado en el recorrido hacia el Mictlán de acuerdo a la cosmovisión de los aztecas, un alebrije intervenido con video mapping. Está segunda edición cuenta también con un cementerio interactivo donde los espíritus que descansan en el camposanto saludan a sus visitantes ya sea lanzando una llama o con el tintinear de unas campanas que le dan un toque etéreo sin llegar a lo tétrico. "Es muy tradicional y todo, aunque no sea Día de Muertos, se siente la vibra" comenta una joven asistente.
Conforme la noche avanza, las luces que rodean el parque adquieren un aura más vibrante y festivo mientras el recinto se llena de catrinas, ya sean de casa o visitantes. Entre los espectáculos destacan Catrines que, un espectáculo que combina circo, música en vivo, acrobacias y vídeo mapping para deleitarnos con la alegría con que los mexicanos se acercan a la muerte, así como Alma, un show sobre el agua con proyecciones y pirotecnia que explica está tradicional celebración. "Creo que es un espectáculo que divierte, entretiene, enseña y ayuda a conocer un poquito más de esta cultura de la muerte" expresa un visitante sobre su experiencia general.
La experiencia también cuenta con diversos puntos para tomar fotografías u capturar el momento, puestos de comida y antojitos, tatuajes temporales, sets profesionales de maquillaje para caracterizarse y de igual manera presentaciones de circo callejero, mariachi y otras tantas sorpresas. Sobre el precio, nos comentaron "creo que sí vale la pena porque es un esfuerzo que hacen los empresarios y vale la pena para que se recupere".
JMH