La Camerata de Coahuila, orquesta nacida hace 25 años, ha crecido al paso de los años, tanto con más integrantes, como en su calidad de presentaciones y su variado repertorio.
Ramón Shade, director de la orquesta, expresó en su participación el programa de Multimedios Laguna “Cambios” conducido por Marcela Moreno y Ángel Carrillo, que esta región requería que se consolidara la música como un referente identitario de La Laguna y de Coahuila.
Ahí recordó anécdotas como la primera afinación de los instrumentos previo al primer ensayo y cómo se han mantenido en el gusto del público lagunero, donde se busca acercar a la juventud.
Nutrir almas es a lo que se ha dedicado esta agrupación desde 1994, que trajo consigo un cambio cultural en la Comarca al ser la primera en el estado.
“La meta de la Camerata de Coahuila es llenar ese espacio que el alma necesita porque estamos un breve periodo aquí en la tierra y en la vida, y si todo eso se nutre del arte enriquece la vida”, expresó.
El proyecto inició con 16 músicos de diferentes partes del país y varios extranjeros, en su mayoría con en conservatorios de México y de Europa. Actualmente lo conforman 48 integrantes.
“Un sin fin de experiencias son la que hemos vivido en estos 25 años, un cambio de óptica, una apertura a la cultura lagunera, sobre todo en lo musical, años que llevamos por el apoyo por parte del público. La Laguna, Coahuila, Torreón, tenían sed de una orquesta estable, y todo lo que se hace para que se quede aquí, es lo valioso”, compartió.
Camerata de Coahuila como escuela
Otro de los objetivos, es ser parte de toda una escuela en territorio lagunero, ya que mismos integrantes suelen ser maestros de música en diferentes instituciones, quienes comparten su conocimiento a las nuevas generaciones, como los pianistas Ricardo Acosta y Sergio Vargas Escoruela, ambos alumnos de Mariana Chabukiani.
“La cuestión de ‘escuela’ se ha dado en que los músicos están dando clases en diferentes instituciones tanto públicas como privadas en la región. Ya tenemos en la orquesta jóvenes que han sido alumnos de la primera generación de músicos en la Camerata”, comentó Ramón.
¡Llegó para quedarse!
La orquesta, misma que tomó al Teatro Nazas de Torreón como su hogar, recinto donde los amantes de la música clásica pueden presenciar después de una tercera llamada, obras de grandes compositores clásicos como Mozart, Bach, Beethoven, Brahms, Schubert, Verdi, Tchaikovsky o Vivaldi.
Sin embargo, también tratan de presentar repertorio de compositores que pocas veces podrían llegar a escucharse en la región, pero que cuentan con la misma calidad musical.
“No hay que descuidar el otro repertorio, ese repertorio que requiere más de la comprensión intelectual, donde no solo sea la cuestión musical sino todo lo que rodea el entorno que vivió el compositor. El espectador debe tener corazón para estar preparado y escuchar melodías de compositores que vivieron un entorno hostil”, agregó.
Ramón Shade invitó a las personas que les guste acudir a escuchar música clásica, a hacerlo con humildad.
“No debemos irnos por lo fácil, esto no es un camino fácil”, añadió.
Cabe señalar que este proyecto es posible gracias al Patronato de Arte y Cultura y Sinfonía de La Laguna que tomó las riendas con el fin de solventar y promover la agrupación, en conjunto con el apoyo del gobierno de Coahuila.
En el marco de los festejos por su aniversario, el viernes 21 de junio se interpretará la obra "La Creación”, de Joseph Haydn, en donde intervendrán los solistas Anabel de la Mora, soprano, Enrique Guzmán, tenor, y Rodrigo Urrutia, bajo. Además se tendrá la participación del Coro del Instituto de Música de Coahuila, todo bajo la batuta de Ramón Shade.
Al programa Cambios, acudieron algunos de los integrantes de la agrupación tales como Mariana Chabukiani, Pianista de la orquesta desde hace 20 años.
"Cuando llegué a la Comarca Lagunera primero me hicieron la invitación como músico extra y luego seguí en la orquesta. Camerata ha crecido mucho en calidad y en cantidad de músicos. Yo llegué a la región por la situación que vivía en mi país (Georgia), después de la caída de la Unión Soviética hubo un caos político y económico, y aquí fue donde encontré la estabilidad gracias al maestro Shade por la invitación, me sentí muy bien porque me gustó mucho la orquesta, me gustó mucho el nivel y el ambiente".
"Cuando llegué aquí la ciudad estaba muy segura pero hubo momentos muy difíciles y más para los que tenemos hijos, pero a pesar de la inseguridad que haya alrededor el artista debe representar de la mejor manera su arte, nutrir las almas de la gente en cualquier momento, tal como los pianistas soviéticos que tocaban frente a los soldados en la Segunda Guerra Mundial para levantar el espíritu con música", aseguró.
El bajista Gabriel Robles. Contrabajista principal, con 16 años en la Camerata de Coahuila, expresó su responsabilidad dentro de la orquesta.
"Cada integrante tenemos una responsabilidad muy fuerte dentro de la orquesta y cada quien tiene una pequeña tarea para que toda la orquesta brille, es un equipo que a veces tiene labores difíciles como obras complicadas pero ya en equipo es cuando sale todo bien. Cada quien viene de diferentes partes y países, eso genera un lenguaje propio de la orquesta, pues cada integrante aporta lo que aprendió donde estudió música, del lugar de donde proviene ya sea en México o en Europa. Aunque son partituras que pueden tener más de cien años cada uno le aporte una característica especial, lo que hace una personalidad en la Camerata".
Por su parte, Ismael Estebané, concertino desde hace 5 años, proveniente de Chihuahua, argumento estar muy agradecido, por el respaldo que se le ha brindado.
"El puesto de concertino es como el principal de los músicos activos al estar al frente de las cuerdas y los demás músicos, como un puente entre el director y los integrantes. Soy de Chihuahua pero pronto me di cuenta que la gente de aquí es muy parecida, muy cálida, muy noble y con el respaldo de Ramón Shade estoy muy agradecido. Normalmente el puesto de concertino no es tan joven, yo tengo 30 años y 5 en la orquesta, con la misma responsabilidad de un principio y se ha acumulado experiencia. Ha sido un reto bastante fuerte, ser concertino es una gran responsabilidad ya que es una presión distinta a la que tiene un músico de fila o general. A veces si las cosas no salen tan bien la responsabilidad cae sobre el concertino", finalizó.