Camerata de Coahuila realizará homenaje a la canción mexicana

'El arte de la canción', será un concierto sinfónico en el margen del 105 aniversario de MILENIO-La Opinión.

Maestro Ramón Shade, director artístico de la Camerata de Coahuila. (Mauricio Román)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

Las obras seleccionadas para conmemorar a través de un concierto sinfónico el 105 aniversario de MILENIO-La Opinión, serán un homenaje a la canción mexicana y a las composiciones que han dado identidad y memoria a América Latina.

Es el maestro Ramón Shade quien junto a la Camerata de Coahuila prepara 'El arte de la canción', que se realizará la noche del jueves 29 de septiembre en el Teatro Isauro Martínez y que, junto con la exposición plástica colectiva que llevará el mismo nombre y es cortesía de MILENIO Arte, enmarca el festejo del surgimiento del primer periódico norteño, fundando el 27 de septiembre de 1917 en Torreón.

El director artístico de la Camerata de Coahuila anticipó que para la gala se contará con la participación especial del tenor Octavio Rivas, toda vez que dará voz a un repertorio de canciones seleccionadas en colaboración con la Asociación de Autores y Compositores de México.

Luego se interpretará una composición homenaje a Torreón y se concluirá con un clásico latinoamericano.

“La Asociación de Autores y Compositores que está colaborando muy fuerte en este proyecto nos envía las partituras, en este caso las partes pagan el derecho y la sociedad coopera con esta cuestión. Hay dos grandes bloques de canciones mexicanas, entre las que se distinguen obviamente Granada, Júrame, El reloj, entre varias otras.

Instrumentadas para orquesta sinfónica y voz, en este caso tendremos la participación del tenor coahuilense Octavio Rivas, excelente voz, director del Taller de Ópera del Instituto de Música de Coahuila. Él será nuestro solista en estas obras”.

En dos grandes bloques, Ramón Shade dijo que al escuchar las canciones, el público podrá dotarlas con una identidad personal e intransferible puesto que se convertirán en un viaje directo a la memoria y los recuerdos. Luego en el final se presentarán obras sinfónicas mexicanas y latinoamericanas.

Los músicos iniciarán la noche con 'Sobre las olas', vals de Juventino Rosas que aún en Europa se considera vienés.

“En la parte de en medio, sinfónica, será una obra de Arturo Márquez que escribió para conmemorar los cien años de la ciudad, 'Torreón 100 años'; es una obra con todas las características de la música de Márquez, con ese sabor, esa instrumentación tan fina y que llega inmediatamente al público”, Ramón Shade, explicó.

"Queremos integrar a Latinoamérica en la obra final donde se hace un Malambo, danza argentina, de Alberto Ginastera, gran compositor y parte de la riqueza musical de América Latina. Es una obra espectacular, que se hace mucho en el mundo porque tiene ese ritmo vivo del malambo, también escrito de una manera asombrosa en la instrumentación. Y es con este programa que nosotros queremos celebrar con ustedes los 105 años de la existencia de MILENIO-La Opinión”.

En cuanto a las similitudes o los puntos de encuentro entre la música y la plástica, el director artístico de la Camerata de Coahuila, recordó que ambas requieren de composición, ritmo y color.

Pero son los intérpretes quienes dan consistencia a las obras; en el caso de la plástica, el espectador se convierte en intérprete subjetivo de lo que mira, en tanto que el músico con su precisión, disciplina y rigor es quien le da un sentido único a la partitura.

“Todos los conceptos de la pintura lo son también de la música: ritmo, el color, la forma, todo está relacionado y hay una diferencia. La obra (plástica) permanece y la música existe solo en el momento en que es dicha. Eso es algo que le da a la música una eternidad y por eso lo hace tan deseable, porque sabemos que en un momento más no lo vamos a tener; el cuadro mientras uno lo esté viendo existe”.

“Hay un solo factor que es diferente entre la pintura y la música que es el tempo. Una obra tiene su tempo y no se puede cambiar: es rápido o lento, pero en una pintura el espectador, quien la ve, se fija en esos tiempos. ¿Cuánto tiempo? ¿Cómo la voy a ver? ¿Completa, de arriba abajo, qué detalles? El espectador en una obra de arte es también un intérprete. En la música, solo el que la hace”, dijo.

Es así como el maestro Shade refiere una premisa del compositor y teórico musical Arnold Schönberg, donde afirmó que sólo aquello que se puede recordar es música: “Yo me adhiero totalmente a esta idea”.

aarp

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