Del sonido trágico a lo cómico con el fagot de Konstantin en la Camerata de Coahuila

Todo empezó cuando tenía 6 años al conocer el violín, sin pensar que, tras una década, llegaría el fagot para llevarlo a un sinfín de conciertos y experiencias laborales.

Konstantin Melik-Vrtanesyan, músico armenio. (Manuel Guadarrama)
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila. /

Miembro de la Camerata de Coahuila desde el año 2008, el músico armenio, Konstantin Melik-Vrtanesyan, es el encargado de darle vida al imponente instrumento del fagot, un instrumento de madera que pone el ritmo grave necesario al sonido de viento de la orquesta.

Nacido en la capital de Armenia, Ereván, tendría como ejemplo a sus abuelos para dedicarse a la música. Todo empezó cuando tenía apenas seis años de edad al conocer el violín, sin pensar que, tras una década, llegaría el fagot para llevarlo a un sinfín de conciertos y experiencias laborales, lo que se volvería parte de su formación profesional y sin duda, parte de su vida.

“Empecé a estudiar música a los seis años con el violín en la Escuela de Música P.I. Tchaikovsky. Primero fue el violín y duré tocándolo por diez años, era muy popular y sonaba muy bonito, luego, busqué tocar saxofón pero preferí inclinarme por el fagot alemán por su timbre y porque no había mucha gente que lo tocara”, compartió.

Así, lleva poco más de 28 años tocando el fagot, del cual describe su timbre como algo diferente a los demás vientos, capaz de interpretar tintes, desde lo más trágico hasta aquellas emociones llenas de humor. Destaca su versatilidad pero, sobre todo, comparte que fue todo un seductor a su persona el modo de tocarlo, como si en un abrazo inclinara a la dama de madera para besarla.

“Tiene un registro característico y se siente que se le da vida al tocarlo. Me gusta mucho el fagot hasta por su forma de tocarse porque tienes que abrazar de manera cariñosa y darle un besito para hacerlo sonar y hasta hacerlo bailar”.

En 1995 ingresó al Conservatorio Nacional de Armenia, donde, a la par del estudio, participó en diferentes concursos tales como el Concurso Nacional de Alientos, así como en el Concurso Wolfgang Amadeus Mozart. Para 1998 empezó a tocar para la Filarmónica de Armenia, agrupación que sería la catapulta para presentaciones en Dubái, República Checa, Alemania, Francia y Rusia.

Nosotros tocamos el fagot como llegan a cantar los cantantes, desde el diafragma, por eso se llega a tocar con el alma”, añadió el armenio quien, de no haberse dedicado a la música, asegura que hubiera buscado aprender aviación.

Asimismo, considera que la iniciación musical en los niños ayuda a que aprendan lo que representa la música, un idioma universal.

“Creo que los niños y niñas deben ser involucrados en actividades relacionadas con la música, ya que la música es un idioma universal, si puedes hacer música se entiende en todo el mundo”.

Al iniciar el segundo milenio obtendría el grado de maestría y dos años más tarde concluiría un posgrado en el mismo conservatorio de Armenia. Durante ese tiempo, también impartió clases de fagot en la Escuela de Música Sajat- Nova, además de trabajar en la Orquesta Sinfónica de Radio y Televisión, y en el Teatro de Ópera y Ballet.

¿Cómo sale la oportunidad de trabajar en México?

Tenía un amigo que toca en la Camerata de Coahuila y me comentó que había una vacante para fagot, por lo que mandé material y el director me invitó. Al llegar había algo de violencia pero todo ha cambiado en todos estos años, al igual que he mejorado en el idioma porque venía sin saber nada de español.

¿Qué experiencias destacas en tu paso en la Camerata de Coahuila?

He estado varias veces como solista en la orquesta, pero tras los conciertos en línea por la pandemia, tuve la oportunidad, con otros compañeros, de ser solista para interpretar la Concertante de Haydn ya con público y toda la orquesta. (Sinfonía Concertante en Si Bemol Mayor, para oboe, fagot, violín y violoncello, Op.84 Hob I:105 de Joseph Haydn).

¿Qué hacer para acercar a las nuevas generaciones a la música clásica?

Es un tipo de música que falta para posicionarse como debería, por eso hacen falta más espacios y muestras para tocar música y que interese a más gente. Se ha intentado con conciertos didácticos en las colonias vulnerables, con lo cual los alejan de la calle. Les presentábamos a los niños los instrumentos y cómo sonaban, eso ayudaba mucho previo al covid, espero que vuelvan.

¿Qué es lo más complicado al aprender fagot?

Es mucho trabajo de práctica, aparte es mucho el gasto que se invierte. Cuando ingresas a una orquesta lo demás es más sentimiento y más corazón que lo que se pueda ganar como músico.

EGO

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