Su hermano mayor y su padre, fieles y apasionados especialistas del violín, forjaron un camino en sus raíces dirigido a este instrumento, con el que transmite melodías y sentimientos que tocan las cuerdas más sensibles de quienes lo escuchan, se trata de María Alekseeva, nacida en Moscú, Rusia, y actual violinista de la Camerata de Coahuila.
El violín, ese instrumento de cuerdas frotadas que era tocado por su padre en su niñez para que cantara, se convertiría en algo más que el instrumento favorito de María, sería un canto de expresión y de creación como parte de su formación profesional.
“Tocar con mi padre hizo que los estudios tuvieran sentido. Tocar el violín es mi manera de expresarme, mi manera de cantar, de autorrealizarse, de crear. El sonido del violín es como un canto”, compartió Alekseeva, quién recuerda que cuando vivía en Aguascalientes solía acudir a todos los conciertos de la orquesta, algo que le atrajo para dedicarse de lleno.
Todo comenzó a sus 5 años de edad cuando le llegó su primer violín, su padre consiguió trabajo en el estado de Aguascalientes en el Bajío mexicano y la familia cambió de residencia por algunos años. Los hermanos Alekseeva regresarían a Rusia para terminar sus estudios musicales.
Tras una oportunidad de hacer un casting en Torreón, en el año 2009 arribó a tierras laguneras y fue aceptada para desempeñarse de manera profesional en la Camerata de Coahuila, agrupación que le ha dejado un sinfín de experiencias.
Previamente, tocó en Moscú en una orquesta de cámara, con la que participó en una gira por España. Aunque llegó a la región cuando los índices de inseguridad estaban a la alza, la orquesta recibió a María con los brazos abiertos y le ofreció la calidez que caracteriza al pueblo lagunero, pero sobre todo encontró un excelente ambiente para trabajar.
“Al llegar a La Laguna me gustó mucho trabajar en la Camerata de Coahuila y el ambiente que se tiene, hay mucho compañerismo. Con mi estancia en la Camerata reafirmé esa idea que lo mejor fue no cambiar de dirección al ser músico”.
Entre sus gustos musicales está el tocar ópera y disfrutar de la música de la época romántica. Le encanta el Concierto para violín del finlandés Jean Sibelius, al igualque el de Johannes Brahms, sin dejar atrás su gusto por el piano al disfrutar las notas del Tercer Concierto del ruso Serguéi Rajmáninov.
A la par con su aporte en la Camerata de Coahuila, en tiempos de pandemia María Alekseeva y otros integrantes de la orquesta formalizaron el proyecto del “Cuarteto Gea”, lo que ha representado una manera de mantenerse activos como músicos cuando las actividades culturales y artísticas se vieron mermadas con el confinamiento.
“El cuarteto Gea es un proyecto que presenta música que nos gusta a todos, por lo que es un ambiente de amistad y además nos hace crecer como músicos. Tocar a la par de la orquesta nos ayuda a desarrollarnos porque, un músico si deja de estudiar se estanca y todo retrocede”, apuntó.
En tanto, la violinista considera que la pandemia ha dejado a su paso algo más de incertidumbre en la orquesta, que se vio fortalecida con la promoción que tuvieron los diferentes conciertos que se transmitieron por redes sociales, con gran aceptación de público joven.
“En la pandemia como Camerata no dejamos de tocar, hicimos varios conjuntos que no habíamos presentado. Surgieron nuevas agrupaciones independientes y con esto se forman más propuestas artísticas para ir a escuchar, lo que acerca a las personas a la música”.
Al paso de casi 13 años, Alekseeva ha sido testigo de la evolución musical que se vive en una región como La Laguna, donde percibe mayor número de centros de iniciación, un mayor número de maestros y sobre todo, niños y niñas que inician a temprana edad su preparación.
“Al paso del tiempo todo ha mejorado mucho, tanto en las escuelas como en las familias porque ya llevan a sus hijos a una edad más adecuada para iniciar. Hace 12 años venían muchos alumnos adultos que siempre quisieron aprender violín, y yo recomendaría que empiecen a partir de los 6 años de edad”.
¿Qué recomendaciones dejas a las nuevas generaciones de violinistas?
Todo depende del ambiente general cultural de cada ciudad, porque llegan maestros y solistas a ofrecer máster clases y eso debe aprovecharse, es un entorno muy bueno para inspirarse, no todo es el aula.
¿Cómo describes tu profesión como violinista?
Es una profesión muy noble y muy entretenida, ya que está llena de retos por cumplir. La música siempre es diferente y además es una profesión que nunca me aburre porque cada vez que se toca no sale igual, todo depende de las emociones y sentimientos que tenga el músico.
EGO