Dentro de la reserva ecológica Balamkú, al sur de Campeche, un grupo de investigadores, comandados por el arqueólogo Ivan Ṡprajc, localizó un sitio monumental con numerosas columnas cilíndricas de piedra al que han nombrado Ocomtún ('Columna de piedra' en maya yucateco).
El hallazgo de esta antigua ciudad maya lo dio a conocer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través de sus redes sociales con un comunicado.
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La institución señala que este descubrimiento ocurrió gracias a la "primera temporada de campo" del proyecto Ampliando el panorama arqueológico de las Tierras Bajas Centrales mayas.
"La iniciativa busca ampliar el conocimiento de una extensa área prácticamente desconocida para la arqueología", indica el INAH.
El comunicado detalla que durante mayo y mediados de junio de este año, el equipo se enfocó "en la parte noroeste del territorio perteneciente al municipio de Calakmul, en Balamkú, sujeta a conservación ecológica, donde por imágenes aéreas del terreno parecía probable la presencia de vestigios arqueológicos".
Previamente, en el mes de marzo, el National Center for Airborne Laser Mapping, de la Universidad de Houston, realizó un escaneo láser (LiDAR) aerotransportado por esa superficie, "cuyas imágenes resultantes fueron de gran ayuda para el proyecto".
El equipo de trabajo lo conforman, además de Ṡprajc, el especialista en epigrafía maya, Octavio Esparza Olguín, el geodesta Aleš Marsetič, el maestro Atasta Flores Esquivel, los arqueólogos Quintín Hernández Gómez y Vitan Vujanović, así como varios trabajadores de comunidades cercanas.
“La mayor sorpresa resultó ser el sitio ubicado en una ‘península’ de terreno elevado, rodeada por extensos humedales. Su núcleo monumental cubre más de 50 hectáreas y cuenta con diversos edificios de grandes dimensiones, incluyendo varias estructuras piramidales de más de 15 metros de altura", comenta Ivan Ṡprajc.
“El sitio fungió como un centro importante a nivel regional, probablemente, durante el periodo Clásico (250-1000 d.C.). Los tipos cerámicos más comunes que recolectamos en superficie y en algunos pozos de sondeo son del Clásico Tardío (600-800 d.C.); no obstante, los análisis de muestras de este material nos ofrecerán datos más confiables sobre las secuencias de ocupación”, detalla el antropólogo.
Sobre las columnas cilíndricas que encontraron, el experto explica que "debieron ser parte de las entradas a los aposentos superiores de los edificios".
“Entre las dos plazas mayores se extiende un conjunto compuesto por diversas estructuras bajas y alargadas, dispuestas casi en círculos concéntricos; también se incluye un juego de pelota”, destaca Ṡprajc.
El Instituto agrega que se trata de una acrópolis de planta rectangular, cuyos lados miden 80 metros y su altura es de unos 10 metros, y en su parte norte hay una pirámide que se eleva 25 metros sobre el terreno natural.
Asimismo, el arqueólogo refiere que Ocomtún sufrió alteraciones en el periodo Clásico Terminal (800-1000 d.C.) “reflejo de cambios ideológicos y poblacionales en tiempos de crisis que, finalmente, para el siglo X, condujeron al colapso de la compleja organización sociopolítica y el drástico decremento demográfico en las Tierras Bajas Centrales mayas”.
Por último, Ivan Ṡprajc informa que también se exploraron estructuras en el área que se extiende hasta el río La Rigueña, de características parecidas a Ocomtún: escalinatas, columnas monolíticas y ausencia de monumentos con inscripciones.
"Es posible que se trate de mercados o espacios destinados a rituales comunitarios, pero solo investigaciones futuras arrojarán luz sobre las funciones de estos conjuntos, los cuales representan una peculiaridad regional”, dijo sobre varios conjuntos de uso desconocido.
hc