Con un acto protocolario al que fueron invitados creadores y promotores culturales, el próximo lunes será inaugurada la Casa Mudéjar contando para ello con una exposición pictórica, música, danza, una conferencia y las palabras del alcalde Jorge Zermeño, quien definirá el destino del inmueble que fue remodelado para constituir un centro cultural municipal.
Con el número 66 y ubicada en la calle Ildefonso Fuentes casi esquina con la avenida allende, la Casa Mudéjar, construida a principios del siglo XX con un estilo neoárabe, será inaugurado a las 19:30 horas del lunes 14 de octubre, iniciando con la exposición de la pintora Mónica Fernández y el acompañamiento de la guitarra clásica de Jorge Domínguez.
Tras la bienvenida será el director del Archivo Municipal Eduardo Guerra. Carlos Castañón Cuadros, quien dicte la conferencia “Casa Mudéjar, una historia de nuestro patrimonio identitario”.
El programa abarca más música con la participación de la Banda Municipal de Música bajo la dirección de Juan Barrios y la presentación de los alumnos de la Escuela Municipal de Danza Contemporánea, bajo la dirección de Jaime Hinojosa.
Antes del brindis de inauguración se contará con las palabras del alcalde Jorge Zermeño Infante, quien además cortará el listón y dará entrada a los invitados a quienes se les solicita portar un atuendo formal.
La remodelación
A finales del mes de julio pasado, el alcalde Jorge Zermeño realizaba una inspección a la Casa Mudéjar cuando fue entrevistado para Milenio. Y fue en este recorrido cuando precisó que este inmueble es ejemplo del esfuerzo que hicieron los habitantes de Torreón a principios del siglo XX para darle una gran fisonomía a la ciudad al integrar múltiples estilos arquitectónicos.
“Muchas de las grandes construcciones que había se fueron perdiendo; muchas están muy descuidadas, olvidadas: hay hoteles, mercados, casas. Cualquier ciudad que se precie de mantener su identidad, gusta preservar lo que originalmente había construido”.
Fue en 1906 cuando el doctor Alberto Álvarez García, originario de Guadalajara, decidió establecerse en Torreón. El primero de febrero del año siguiente adquirió un terreno en la calle referida y comenzó la construcción de su casa con arquitectura Mudéjar, estilo que apreció durante su estancia en España.
Para construir la fachada de la casa se utilizaron ladrillos calizos y al ser concluida, la casa se convirtió rápidamente en un referente de la ciudad por su decoración con ventanas con arcos de herradura ornamentados y enmarcados con alfiz, un pórtico con columnas en el acceso principal, cristalería de colores y azulejos en el interior.
Originalmente la casa contaba con patio de servicio, baños y caballerizas en la planta baja, mientras que en la planta alta contaba con consultorios y una recámara principal con un amplio balcón al frente.
El alcalde Jorge Zermeño explicó entonces que la casa en estructura conserva la idea original pero con el paso de los años se le fueron integrando elementos que le restaron valor.
“A la casa se le fueron haciendo agregados y se rentaba para varias familias, o para personas que rentaban cuartos, se conviritió en una especie de vecindad dentro de la misma casa pero esta casa tenía abandonada cuando menos 30 años”.
Con la idea de contar con un activo dedicado a la cultura, el presidente dijo que las inversiones para restaurarla han sido cien por ciento municipales, y que si el gobierno federal aporta recursos sería bueno para los usuarios.
“Se está trabajando de una manera muy importante, la casa estaba prácticamente en ruinas, los techos derrumbados, y se está rescatando toda la arquearía del patio, todos los techos se han reforzado y está quedando muy bonito. Es un espacio cultural municipal, desde luego que la cultura la compartimos con todos, pero la casa es del municipio”.
Inversión a cuentagotas
De acuerdo a información generada por esta casa editorial, en el caso de la Casa Mudéjar el ayuntamiento de Torreón inició labores desde el año pasado con recursos propios para impulsar mejoras en el inmueble que data del año 1907.
Está previsto que una primera etapa quede concluida a más tardar el mes de septiembre cuando sea el aniversario de la ciudad de Torreón.
En total en esos trabajos son invertidos alrededor de 6 millones de pesos, de acuerdo información del gobierno municipal.
Fue el pasado 17 de mayo cuando Antonio Loera, titular de Servicios Administrativos, explicó que los trabajos están sujetos a supervisiones federales.
“El INAH nos ha acompañado y realizado observaciones, pero no se contrapone lo que estamos haciendo. El exterior tenemos la obligación de conservar cómo está y ni de chiste vamos a modificarlo”.
Detalló que para la restauración hay una inversión estimada en los 6 millones de pesos y que deberá estar terminada a más tardar el mes de septiembre en el marco del aniversario 113 de la ciudad.
En ese sentido, el historiador Carlos Castañón refirió que no se descalifican las opiniones del especialista, pero actúan de acuerdo a lo que era necesario en el sentido de que era un inmueble abandonado durante 30 años y ahora esta administración decidió restaurarla.
Asimismo Tomás Galván, director de Obras Públicas, confirmó a Milenio que la obra no se encuentra a su cargo y que se concentró solamente en gestionar lo pertinente con el consejo del Centro Histórico y el INAH, y dirigir solicitudes a las direcciones de Servicios Administrativos y Servicios Generales pues la obra se mantiene con subcontratos, es decir, no hubo licitaciones para adjudicarla, motivo por el cual solo se dio apoyo en el tema normativo para obtener las licencias del INAH.