La vieja casona del número 28 de la calle de Allende, en el Centro Histórico, donde se presume que fue el último domicilio de Porfirio Díaz antes de exiliarse en París, se convirtió en galería para una tropa de artistas, diseñadores y performanceros mexicanos y extranjeros como Betsabeé Romero y Astrid Hadad.
Convocados por la galerista Alessandra Migliano, la diseñadora Nadia Guitteau y la anticuaria Nicole A. Pierpont, los creadores se sumaron a la propuesta de intervenir con sus creadores las habitaciones en ruinas de los tres pisos de la casa que se usaba de bodega y que hoy recibe a visitantes con una obra del muralista Alfonso Xavier Peña sobre el transporte, que por primera vez se exhibe después de décadas “de estar desaparecido”, gracias a que fue encontrado y comprado por el curador Dermot Begley.
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“El título de la exhibición, No se vende, surgió porque todos los que vienen a la casa quieren comprar sus antigüedades, candelabros o mobiliario”, dice en entrevista Migliano, directora de Galería Errante.
La curadora de la exposición propuso a sus artistas invitados la intervención de cajas registradores antiguas, entre las que destacan la que realizó Betsabeé Romero, quien comentó a este reportero que participará en la Bienal de Arte Contemporáneo de Venecia y que lo anunciará este jueves a la prensa.
En entrevista, Migliano comentó que es la primera vez que se abre la casona para acoger una exhibición, la cual se realiza en coincidencia de la Semana del Arte, del 7 al 11 de febrero, en horario de 11:00 a 17:00 horas, y a partir del lunes 12 al martes 20, sólo se recibirá al público interesado por cita.
“Ojalá que a partir de No se vende los dueños se den cuenta del potencial que tiene la casa para hacer más experiencias como estas”, dijo la galerista, que impulsó la colaboración con Guitteau y Pierpont.
Sobre cómo surgió No se vende, explicó que Galería Errante tenía desde hace dos años el plan de hacer una exposición con diferentes artistas, que intervinieran unas máquinas registradoras que encontraron en una bodega y ese proyecto se lo propuso al artista Barry Wolfryd, con quien hizo la curaduría de las obras de Betsabeé Romero, Antonio Gritón, Bradley Narduzzi, Néstor Quiñones y Cisco Jiménez.
“Un día en un café le platiqué a Nadia de esta idea, le fascinó la parte que yo ya tenía. Yo ya conocía su obra de diseño industrial y de interiores, y dijimos qué tal que hacemos algo juntas. Luego nos encontramos con Nicole, que ya conocía al dueño del mural de Alfonso Xavier Peña, vino a conocer la casa, y tuvimos una junta las tres en la casa, nos pareció fabuloso el espacio, descubrir la casa cuando apenas estaba abriendo sus puertas después de 70 años. Fue la última casa donde vivió Porfirio Díaz antes de su exilio a Francia y luego fue una cárcel militar. Esta casa llena de historias y energías”, dijo.
“La familia que compró la casa hace 70 años la usaba como bodega para antigüedades, diferentes objetos de colección, llegaban y las metían en cuartos, así que hay cuartos de sillas, de candiles, con marcos de fotos. Y este proyecto se terminó de hacer con Dermot Begley, que es el dueño del mural de Alfonso X. Peña, muralista mexicano, que nadie lo había visto hasta ahora con esta muestra”, añadió.
Destaca la coincidencia de que el tema del mural, la historia del transporte y la comunicación, se ligue con la historia de la humanidad y del capitalismo, representado por las cajas registradores intervenidas.
“Y luego de terminar con esta exposición de fotografías, de performance de Astrid Hadad, de moda. Conjuntar todo eso: arte, moda, performance, la casa, para crear algo que nadie haya visto nunca en esta Semana de Arte en México. Las tres, Nadia, Nicole y yo, escogimos las piezas a exponer de las tres, para que todo tuviera un hilo conductor, una forma de presentarse y que cada cuarto te invitara a una experiencia diferente, una sensación diferente, a un sentir de cada espacio, junto con la casa, que obviamente no podíamos remodelar, así que adaptamos el arte a la casa”, cuenta la galerista y curadora.
De esa forma, Migliano sostiene que se creó sin querer una instalación en la casa y una intervención.
A la presentación también acudió Astrid Hadad quien exhibe sus trajes. Entre los 52 artistas y diseñadores, procedentes de Estados Unidos, Italia, Francia, Venezuela, se encuentran Patricia Pietri, Elena Stonaker, Leo Matiz, Genoveva Álvarez, Thierry Jeannot, Emiliano Gironella Parra, entre otros.
PCL