Hacia 1974, la dictadura en Uruguay la obligó a salir de su país. México fue el lugar que la acogió, poco más de una década, muy cerca de la figura de Octavio Paz. Y si bien hace ya varias décadas dejó nuestro país, la poeta Ida Vitale (Montevideo, 1923) nunca ha dejado de estar cerca: en 2009 recibió el galardón que llevaba el nombre del Premio Nobel de Literatura y hace apenas cuatro años el Premio Alfonso Reyes.
A esos reconocimientos, se suma el Premio FIL Literatura en Lenguas Romances 2018, máximo galardón que otorga la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, un premio recibido con “sorpresa, con estupefacción: uno está en la edad en que ya no espera sorpresas de este tipo y ustedes me la proporcionan”.
“Aparte de la sorpresa de seguir existiendo y de entrar en contacto con una serie de personas que me han hecho el favor de sacarme del pozo. Casi todo lo bueno me viene de México, todavía y siempre”, dijo la poeta y ensayista uruguaya en una comunicación vía telefónica desde su natal Uruguay, a donde regresó hace tres años, tras la muerte de su marido, Enrique Fierro.
Galardonada por representar una “fuerza poética en el ámbito de la lengua española: lúcida y atenta al acontecer humano en la palabra y a partir de ella, su depurada voz poética, apegada al mundo natural, a las expresiones artísticas y al transcurrir del tiempo vivido, sabe renovar la tradición y afirmar su presencia en la modernidad”, de acuerdo con el acta del jurado, conformado por Héctor Aban Faciolince, Luz Elena Gutiérrez de Velasco, Efraín Kristal, Valerie Miles, Carmen Musat y Elena Stancanelli.
“Mis 11 años en México fueron de realización permitida”, destacó Ida Vitale: “le daban a uno la ilusión de pensar que todo estaba abierto, hasta me di el lujo de que, cuando llegaba algún contemporáneo perdido en el mundo como yo, tenía tantas ofertas sobrantes, que podía darle el lujo de pasar tareas”.
Durante la conversación, la poeta uruguaya reconoció que tienen una especie de deuda con México: un libro en el que se reflejan los 11 años que vivió en el país, pero el Premio FIL Literatura en Lenguas Romances me da “un poco de energía para cumplir”.
“Ojalá México siga siendo un refugio para los que andan un poco perdidos en el mundo, hasta ahora creo que sigue siéndolo y eso es una felicidad para todos: van a seguir encontrando los brazos de México.”
Elegida de manera unánime, de entre 79 propuestas que respondieron a la convocatoria, provenientes de 19 países y seis lenguas, Ida Vitale se convertirá en protagonista de la FIL Guadalajara en su XXXII edición, a inaugurarse el próximo 24 de noviembre.
Durante el anuncio, encabezado por el rector de la Universidad de Guadalajara, la directora de la FIL Guadalajara, Marisol Schulz, además del presidente del Comité Organizador del encuentro editorial, Raúl Padilla, por mencionar sólo a algunos, la directora general de Publicaciones de la Secretaría de Cultura del gobierno federal, Marina Núñez Bespalova manifestó su esperanza de que, desde el ámbito federal, se refuerce el trabajo colaboración con la feria.
“Porque la feria ya va más allá de Guadalajara: lLa FIL de Guadalajara es México dentro y fuera, y esta idea debe ser una de las cartas principales para cualquier toma de decisión posterior.”
FM