El colectivo artístico Casa Bash presentó en la Ciudad de México su proyecto Dementia, exhibición en la que, artistas en conjunto con personas que padecen enfermedades como depresión, esquizofrenia y delirio de persecusión, entre otras, intentan que los asistentes aprendan y entiendan un poco más de estos padecimientos.
La muestra consta de varias salas, en cada una de éstas podrás experimentar por algunos minutos parte de lo que estas personas viven cada día.
El propósito de este proyecto, en palabras de David Bocanegra, uno de los guías del museo, es concientizar al público acerca de las enfermedades mentales al tiempo que aprenden de ellas e invitarlos a empatizar más con quienes deben lidiar toda su existencia con estos padecimientos.
El recorrido comienza en una sala que simula ser una farmacia, ahí se da una breve introducción a la exposición y se cuenta a los asistentes que el recinto funcionó realmente como un hospital psiquiátrico desde 1946 hasta 1969, cuando fue clausurado debido a que el médico encargado del lugar experimentaba con terapia de choques causando la muerte de varias personas.
La segunda sala simula ser un cuarto acolchado, haciendo clara alusión a los sitios que todos podemos ver en películas o series; sin embargo, tiene una historia más aterradora.
La persona que ayudó en la creación de está sala fue aislada durante un periodo prolongado de tiempo, lo cual aseguran que le causó alucinaciones visuales y auditivas, pues durante su tiempo de encierro estuvo completamente a oscuras y viendo la luz únicamente cuando le llevaban comida y se la daban por una pequeña puerta.
Es en estas alucinaciones, aseguran, en las cuales se inspiró el artista para crear los efectos de luz y sonido que se pueden observar en la habitación una vez que el guía se marcha dejándote nuevamente, sólo en compañía de los otros visitantes.
“La persona que nos ayuda cuenta que lo dejaron aislado cerca de cinco días, pero totalmente a oscuras. Es ese el principal motivo del porque ponemos estos efectos visuales y la música, ya que él decía que el único instante de luz que entraba era cuando lo alimentaban; abrían un pequeño hueco dejaban un plato de comida y lo cerraban.
A causa de esto él empezó a sentir que ese instante de luz empezaba a girar en la habitación de ahí tomamos la idea de poner este tipo de efectos.” Narró David Bocanegra aMILENIO.
El espacio dedicado a la depresión es quizá el más complejo y personal que podrás encontrar en esta exposición pues, según datos de la Secretaría de Salud, en México 3.6 millones de personas adultas padecen esta enfermedad, por lo que es un tema muy importante de conocer.
Sumado a este hecho, dentro de la habitación vas a encontrar una bañera que perteneció a la mujer que prestó su experiencia para crear esta habitación.
El objetivo de esta sala no sólo es concientizar acerca de la importancia de un tratamiento, sino generar empatía en quienes no la padecen para con las personas que viven con este problema.
“Es importante empatizar con las personas que padecen alguna enfermedad mental ya que siempre suelen ser personas que están siendo excluidas constantemente.
En la escuela cuando llega una persona diferente se acostumbra hacerle bullying, a nivel laboral son personas que a veces no pueden conseguir un trabajo digno y a nivel social podemos ver a personas que están en situación de calle, que están catalogadas como ‘el loquito’.
Un estudio reveló que de 1995 hasta 2015 la mayoría de personas que viven en la calle presentan una enfermedad mental", comentó David Bocanegra.
Otra de las habitaciones interesantes es una en donde se puede experimentar la sensaciones de una persona que padece esquizofrenia, pues durante tu estancia en el lugar oirás un audio que simula las voces escuchadas por los pacientes, además de ello podrás interactuar con la sala dejando un mensaje en las paredes.
Aseguran que la persona que ayudó en la creación de este espacio fue un menor de 16 años quien padece de esta enfermedad y que siempre ha escuchado voces que le ordenan hacer varias acciones como dibujar.
“El visitante que hizo este dibujo nos platicaba que él tiene inicios de esquizofrenia, él ha escuchado voces y son ellas quienes le dicen cómo dibujar. Este retrato lo hizo porque una de esas voces le dijo ‘dibújame’, sólo que lo hizo sin los ojos, era únicamente la silueta” contó David Bocanegra al respecto de la imagen.
La visita a esta experiencia se puede realizan de 13:00 a 21:00 horas, de martes a domingo, en C. Bajío 338, código 2, Roma Sur, Cuauhtémoc, tiene una duración de una hora aproximadamente y un costo por persona de $350 pesos y de $250 pesos para estudiantes e Inapam; estará disponible hasta agosto, aunque David Bocanegra adelantó para MILENIO que el colectivo Casa Bash estará trabajando en otras exposiciones.
VRM