Sanjuana Corona Nieto llegó desde temprana hora al Santuario del Señor de Zelontla, ubicado entre la avenida Hidalgo, sobre la calle empedrada y los techos rojizos de dos aguas que le dan el toque mágico a Real del Monte, y lo hizo con una caja de regalo, que abrió dentro del templo, en la que la tela blanca, reluciente y con un bordado dorado en el centro, daba muestra del camisón que utilizará la imagen del Santo, durante 12 meses.
Después de cinco años de haberse anotado en una lista, por fin logró confeccionar con sus propias manos la vestimenta del Santo de los Mineros, al que le atribuyen milagros y por el que, desde hace más de 150 años, han hecho su fiesta los realmonteces.
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"Es una ofrenda de mí para él por todas las gracias recibidas. Para mí fue muy emocionante, porque hubo que hacer una lista en la que me anoté y, a principios de año supe que era mi oportunidad de ofrecer esta ofrenda”.
"Le pedí al señor la sabiduría sobre cómo lo iba a hacer y me dio la gracia de confeccionarlo y aquí está", indicó orgullosa Corona Nieto, mientras preparaba con cuidado, la indumentaria que fue colocada al Santo.
Algunas personas tocaron empeñosas las puertas de la iglesia desde las 15:30 horas, para ver de cerca al Santo, agradecerle sus parabienes y colocar un ramo de flores en ofrenda.
"No tenemos el dato preciso pero sabemos que, desde hace más de 150 años, cuando el santo llegó aquí, a Real del Monte, es que se le dedica esta feria”.
"Cuenta la historia que el Santo venía de la Sierra, rumbo a la Ciudad de México, y pasaron por aquí y, en un descanso que hicieron, ya no lo pudieron llevar porque se hizo muy pesado y decidieron dejarlo aquí, los mineros lo adoptaron como patrón y hasta la fecha se sigue conservando la tradición", explicó el presidente municipal, Jaime Soto Jarillo, quien estuvo presente durante el acto inaugural.
Mientras tanto en las calles de Real del Monte el olor a gorditas de maíz inundó la avenida, en donde se colocaron más de 230 puestos de alimentos, como alitas o esquites, artesanías realizadas por pobladores, suéteres, gorros y guantes, cerveza, ponche, café y chocolate caliente, que hizo de este primer día de fiesta patronal, un momento especial para visitantes y turistas.
En el altar del Santuario del Señor de Zelontla, las cientos de flores aromatizaron el lugar que, en punto de las 17:00 horas, se llenó de decenas de pobladores que fueron a dar gracias a su santo.
"Desde la semana pasada me puse a trazar todo, después de haber ido a elegir la tela apropiada, de su fondo blanco, su túnica y su capa azul. El señor de Zelontla me ha hecho muchos milagros, uno de ellos que estoy aquí, el de la vida, el de mi familia y el poder estar aquí con él, dando esta ofrenda con el corazón", indicó Corona Nieto, antes de entrar a la capilla para vestir al Santo.
"Es un santo bondadoso que ha salvado mineros y a mucha gente del pueblo, es nuestro santo y siempre vendremos a adorarlo porque él se quiso quedar aquí y fue para mostrarnos el camino", concluyó una creyente que se arrodilló para darle gracias al Señor de Zelontla, por sus bendiciones.