Múltiples preguntas se ha planteado el escritor español Javier Cercas desde hace poco más de un mes que vive confinado: desde qué ocurrirá con la literatura, los efectos literarios que la contingencia puede deparar o sus consecuencias políticas. Respuestas, no tiene muchas, pero sí la oportunidad de recordar una reflexión del filósofo francés Clément Rosent, en el libro La fuerza mayor:
“Su tema central es la alegría, entendida como adhesión sin resquicios a lo real. Lo real puede ser terrible, la realidad puede ser tremenda. A mi alrededor hay mucha gente que muere, que pierde su trabajo, que está enferma y, a pesar de todo, estamos vivos, y esto es un milagro: por muy dura que sea la vida hay que celebrar permanentemente el milagro de estar vivos”, aseguró el narrador durante su charla Contra los populismos, la batalla por el relato de la realidad, como parte del programa del Hay Festival Digital.
De acuerdo con el autor de títulos como El vientre de la ballena, Soldados de Salamina, La velocidad de la luz o Anatomía de un instante, en el ámbito literario, la pandemia podría producir buenos frutos positivos, porque a menudo lo que es malo para la vida es bueno para la literatura y, a la inversa.
“La literatura vive del conflicto, del dolor, de la discordia, de lo malo, de las crisis… no de lo bueno. En un mundo feliz no habría novela, poesía quizá, pero poca y mala, pero novelas no”.
Ello, porque los novelistas “somos animales carroñeros nos alimentamos de lo malo: somos lo peor de lo peor”, a decir de Javier Cercas, un convencido de que, en el mejor de los casos, los mejores narradores son como los alquimistas, esos hombres que intentaban convertir el hierro en oro: “los mejores de nosotros convierten lo malo en bueno, de ahí la importancia de la literatura, su utilidad extraordinaria”.
“También podríamos preguntarnos qué consecuencias políticas va a tener y, por supuesto, no tengo la más remota idea. Lo que domina en estos momentos es la incertidumbre. Ahora, sabemos que la sensación colectiva es de incertidumbre y de miedo: quien no tiene miedo hoy no es que sea un valiente, es un temerario. La valentía consiste en ser capaz de dominar el miedo y seguir adelante”.
Frente a esas circunstancias, Javier Cercas evocó a Walter Benjamin, quien solía decir que “la felicidad consiste en vivir sin temor”, lo cual no deja de ser complejo, porque al final se trata del instrumento político más mortífero: “el miedo hace esclavos”.
“Es necesario encontrar un equilibro, difícil, entre seguridad y libertad; la máxima libertad compatible con la máxima seguridad, no podemos apostarlo todo a un solo valor, porque eso puede matar otros valores igualmente valiosos”, señaló el escritor, cuya charla se encuentra disponible en https://www.hayfestival.com/imagina-el-mundo y el próximo viernes 22 responderá preguntas del público, previamente mandadas en el mismo link del video, o en redes sociales de Hay Festival.
vmb