La librería Clásica y Moderna de Buenos Aires, de origen español y de la que eran asiduas figuras de la talla de Jorge Luis Borges, cerró este martes por un pedido de desalojo motivado por deudas de alquiler que la familia que lo regenta espera resolver en menos de un mes.
"Es un lugar emblemático de la ciudad que debe permanecer", dice Fernando Monod, gestor de la librería desde noviembre de 2018, después de que su hermano y actual dueño, Alejandro Monod, sufriera diferentes problemas de salud, por los que permanece internado.
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Escritores e intelectuales de la talla de Borges, Manuel Mujica Lainez y Adolfo Bioy Casares frecuentaban dicha librería, que abrió en 1938 en la céntrica avenida de Callao de manos de los Poblet, familia catalana que comenzó años antes con la tradición librera en otro local comercial en Buenos Aires.
La deuda de alquiler que asume Clásica y Moderna con el actual arrendador, Monod calcula que se pudo iniciar con los problemas de salud y posterior fallecimiento de la anterior dueña, Natu Poblet, y debe solventarse en el plazo de un mes para que no se produzca el desalojo del local.
"Para mí fue muy difícil enterarme de algunas cosas y resolverlas con tiempo", contó Monod, que empezó a hacer gestiones en diciembre para resolver el problema.
En su primera etapa, "Clásica tenía un contacto muy fluido con escritores nacionales y extranjeros", explica Monod, y en 1988 se convirtió "en el primer bar con librería en el fondo".
Esta reforma produjo que diversos artistas ofrecieran allí un espectáculo "de manera muy natural", entre ellos, Liza Minnelli y Wynton Marsalis, recordó el actual gestor de la librería.
El establecimiento recibe "muchas visitas de turistas" por su valor histórico, aseguró Monod y consideró que "es una pena que por problemas económicos" este tipo de lugares se cierren.
Alejandro Monod, marido de la anterior dueña Natu Poblet, que murió en junio de 2017, estuvo "muy pendiente" de la salud de su mujer en sus últimos meses de vida, lo que hizo que el negocio se fuera "un poco más abajo", cuenta su hermano.
"Desde el fallecimiento de Natu se acrecentaron los problemas económicos de Clásica y Moderna", aseguró Monod, ya que además de la deuda, el local experimentó un descenso en las ventas por la subida inflacionaria del país.
Monod propuso al gobierno local la compra de Clásica y Moderna como patrimonio de la ciudad, pero le pusieron trabas por tratarse de una gestión "muy compleja" que tendrían que aprobar diversos legisladores.
"Yo entendí que si el municipio fuese dueño (del establecimiento), este podría mantenerse y Clásica sería eterna", dijo apenado, aunque con esperanzas de conseguir llegar a un acuerdo con la defensa del propietario del local.
Monod intentó negociar la deuda con unas propiedades que posee la familia, pero de momento no obtuvo éxito, por lo que tampoco descarta la posibilidad de realizar un "microfinanciamiento colectivo" (crowdfunding) a través de alguna plataforma para asumir la deuda y poder reflotar este lugar que guarda tanta "mística".
ASS