Con el fin de preservar la memoria prehispánica del Centro Cívico Ceremonial Cerro de la Antigua Toluca, mejor conocido como el Cerro del Toloche en la capital mexiquense, investigadores, alumnos y especialistas en arqueología llevan a cabo un proyecto que, desde 2012, se ha impulsado para rescatar piezas matlatzincas, restaurarlas y crear un laboratorio de estudio para futuros arqueólogos mexiquenses que contribuyan con conocimientos histórico-culturales, así como la creación de un parque cultural y ambiental que fomente la valorización de pueblos originarios toluqueños, al igual que la riqueza natural que lo circunda.
“Señorío de importancia”
De acuerdo con el arqueólogo Ricardo Jaramillo Luque, director del proyecto del Cerro del Dios Tolo, perteneciente al Departamento de Arqueología del Ayuntamiento de Toluca, los trabajos de rescate de piezas arqueológicas en el cerro y el descubrimiento de zonas que dan cuenta de que en tiempos prehispánicos se encontraba una zona arqueológica en el sitio, han sido retomadas después de dos años de ausencia por motivos pandémicos derivados del covid-19.
Precisó que uno de los principales objetivos del proyecto es difundir la información cultural del sitio, a través de la restauración de piezas halladas.
El proyecto inició nuevamente en el mes de junio, con la sexta
temporada de trabajo de campo, la cual es llevada a cabo a través de estudiantes de la licenciatura en arqueología de la UAEMéx y especialistas en arqueología, misma que tendrá dos etapas, la actual que abarcará los meses de junio y julio y la segunda que irá de diciembre a enero.
Señaló que el Centro Cívico Ceremonial de la antigua Toluca era un señorío muy importante en la ciudad, en tanto que fue testigo de la conquista española en 1520 cuando los españoles hacen el proceso de congregación construyendo capillas católicas, que dio paso a la fundación de la Villa de Toluca. Especificó que el cerro se conoce por el nombre de Toloche por el Dios Tolotzin, al cual habitantes matlatzincas le hacían reverencia.
Dijo que de los materiales que se han encontrado en el proceso de excavación pertenecen a ofrendas de hueso humano, en las que se ubican partes del cuerpo como el fémur, ya que era utilizado como instrumento musical en forma de güiro que tocaban para ofrendas fúnebres.
Alumnos en formación
Rosa Guadalupe de la Peña Virchez, profesora e investigadora del Centro Universitario UAEMTenancingo, comentó que el proyecto para los alumnos de la licenciatura en arqueología cuenta como práctica de campo y un mes de estancia profesional, por lo que indica que cada año desde 2012 se trabaja durante las dos temporadas antes mencionadas.
Asimismo, resaltó que en las excavaciones se han localizado altares y la plataforma base de la zona arqueológica, así como también se han hallado más de 250 piezas de ofrenda, que son las que más se conservan al haber sido enterradas. De ellas se ubican piezas de metal, cobre y obsidiana, de la que especulan que provienen del estado de Hidalgo.
Determinó que se desea encontrar a través de las investigaciones, la relación que tuvo el Centro Ceremonial con la zona arqueológica de Calixtlahuaca, de la que menciona que se encuentra a 11 kilómetros de distancia, que equivale a alrededor de 5 horas a pie.
Los alumnos que participan en el proyecto son 30, 18 en excavación y 12 en recorridos de superficie, quienes cursan actualmente el octavo semestre de la licenciatura.
Actualmente el Centro se encuentra abierto al público y se prevé que en un futuro cercano se monte una exposición con las piezas halladas para difundir el trabajo que desde hace una década recobra frutos.
BAFG