El exterior del Teatro Principal mostraba un movimiento inusual desde las 17:00 horas. Había muchos niños y eso era la novedad en esa tarde soleada.
Los pequeños y sus padres esperaban la apertura del antiguo recinto guanajuatense a las 18:00 horas para tener el mejor lugar y disfrutar Dallae Story con una compañía coreana de marionetas.
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La guerra es el contexto que termina con la vida idílica de una familia. El padre es reclutado violentamente y su esposa y la pequeña Dallea se quedan en casa, tratando de que su cotidianidad sea lo más alegre posible.
La puesta en escena es para niños pero no por eso deja de mostrar la crueldad de la guerra (con la muerte del papá) ni de la separación y la espera de su familia. Una espera que Dallae y su mamá sobrellevan al lado del perrito que los acompaña y alegra sus días.
La compañía ArtstageSAN de Corea, país invitado de honor del Festival Internacional Cervantino, presenta este espectáculo con una marioneta protagónica, la de Dallae, manejada por dos personas que la manipulan de tal forma que a lo lejos parece una niña real. El perrito es manejado por un actor más que lo hace brincar alrededor de la protagonista y su mamá.
El rol de los padres es interpretado por dos actores reales y dos marionetas más manipuladas por ellos mismos al inicio de la obra, cuando se conocen en el marco del bello campo coreano, representado en escena con sombras, bellos dibujos y otras dos marionetas, un pez escurridizo y una mariposa blanca que es otra protagonista y que introduce a los espectadores en la parte imaginativa de los personajes.
Escenografía y música tienen un papel esencial en la puesta, acentuado por el hecho de que los actores y las marionetas no hablan, sin embargo expresiones, movimiento y actuación hacen un todo con esas herramientas de producción para crear una atmósfera de cuento de hadas.
Quizá el único punto en contra es la dramatización de la guerra; el sonido de balas y bombas espanta a algunos niños pequeños y a los bebés, sin embargo la gran mayoría se mantiene atento y enternecido, principalmente con la marionetas de Dallae y el perrito, que ladra y es la única voz que se escucha ya que esta puesta multimedia no es verbal.
La obra resalta los valores de la unión familiar, sin duda, pero sobre todo del disfrute de lo cotidiano y los momentos más sencillos, como tender la ropa, un paseo, vamos, hasta el padre pasa un momento tranquilo en el campo antes de morir.
Ese es el mensaje que se quiere enviar a los niños y sus familias, el simple y maravilloso gozo del día a día que no sabemos a dónde nos va a llevar, por eso hay que valorarlo incluso en las peores circunstancias.
La obra concluye con hermosas ilustraciones dibujadas a lápiz de los mejores momentos en la vida de la familia de Dallae, enmarcadas como las fotos que todos podemos tener de nuestros seres queridos en algún lugar de la casa.
PCL