En vísperas de la Noche de Brujas y Día de Muertos las leyendas cobran más fuerza, Jalisco es un estado que cuenta con una infinidad de historias, pero una de las más características es sin duda la de ‘El Charro Negro’.
Este relato comienza en el seno de una familia humilde, con un joven y sus padres que apenas podían sostener los gastos de la casa, pero el hijo tenía otros gustos caros y objetivos.
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Incluso era capaz de quedarse sin comer varios días para poder juntar y comprarse un sombrero decente para portarlo en todo momento.
Al morir sus progenitores la mala racha de este hombre incrementó, por lo que decidió tomar medidas drásticas.
Cansado de la pobreza invocó a Lucifer, este ser malvado de inmediato supo cuáles eran sus deseos, por lo que le ofreció una cantidad incontable de dinero que en su vida y otra más podría gastar, a cambio le pidió su alma, a lo que el joven accedió.
Pasó el tiempo, ni las apuestas, el trago, las mujeres o los trajes costosos podían saciar el vacío que sentía, así pasaron los años y poco a poco su juventud se fue acabando.
Llegó el momento en que Satanás volvió para recordarle que el pago de el trato estaba próximo, por lo que el charro se asustó y comenzó a esconderse, mandó colocar miles de cruces y una capilla al interior de su hacienda.
El diablo al darse cuenta de qué no cumpliría con su palabra se le volvió a aparecer informándole que quedaría maldito, el charro tomó un aspecto cadavérico, sólo portaba encima su traje en color negro con algunos detalles de oro, condenado junto con su caballo a cobrar las deudas que otras personas tenían con Lucifer.
Fue condicionado a vagar por las calles tratando de convencer a los hombres de tomar una bolsa con monedas de oro, si alguno accedía entonces tomaría su lugar y El Charro Negro junto con su corcel descansarán en paz.
MC