Enamorado de México, su gente, su cultura y gastronomía, así se describe Christopher Wheeldon (Reino Unido, 1973), ganador del premio Tony por los musicales Un americano en París y MJ: The Musical, sobre la vida de Michael Jackson.
En entrevista con MILENIO habla de los detalles del éxito que ha tenido con la adaptación al ballet de Como agua para chocolate y de su regreso al Festival Paax como coreógrafo residente.
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La adaptación escénica de la aclamada novela de Laura Esquivel se estrenó con éxito hace unos días en la Metropolitan Opera House de Nueva York, uno de los escenarios más importantes para todo miembro de la industria en Broadway. Durante la charla, Wheeldon recordó el camino que hubo detrás para hacer esto posible; ha sido un trabajo constante de años, desde que conectó con la historia de la escritora mexicana hace años.
“Es algo más que mi apreciación, es mi amor por México y su cultura, sobre todo el arte y su comida, y no lo digo por estar aquí sentado, ustedes tienen la mejor cocina del mundo. No me den comida francesa, no me interesa, mejor dame guacamole, un buen mole o pollo en pipián; el sabor es muy bueno. Me enamoré de la novela cuando tenía 19 años y vi la película y antes de leer el libro”, dijo el coreógrafo y director del montaje.
“Fue por accidente, en Nueva York, iba pasando por un cine y vi el póster de la película y pensé que se veía muy interesante, luego leí el libro y tuve mis primeras experiencias en México como turista. Con el tiempo, conocí a Alondra de la Parra y a más amigos mexicanos que son artistas; poco a poco me fui enamorando de la cultura mexicana, cada vez más. Quince o 20 años después pensé que tal vez era hora de ponerla en escena”, agregó.
El vínculo
Su amistad con Alondra de la Parra fue fundamental para lograr su objetivo, “ella fue la compañera perfecta para hacerlo”. Vino a México y comenzó su investigación, que no solo consistía en obtener “la bendición de Laura Esquivel”, también en relacionarse de una forma más profunda con el país, “sus olores, su gente, todo”, después, “Laura hizo más que darme la bendición, trabajó conmigo en la historia”, recordó Chris, sobre su primer paso.
El director y coreógrafo del montaje se acercó con total respeto a la historia de Esquivel y logró una adaptación al ballet que ha sido reconocida en los escenarios en los que se ha montado desde su creación, incluido la Royal Opera House de Londres, “es una época la que hay que pensar cuidadosamente cómo representar las culturas; me sentí muy cómodo con Laura y Alondra de mi lado, dos mujeres mexicanas muy fuertes”, dijo.
“Los personajes son hermosos y muy ricos, están muy bien integrados y llenos de corazón; en realidad estamos frente a una historia de mujeres, porque todo se basa en eso”, agregó sobre la novela de Laura Esquivel que narra la historia de amor entre Tita y Pedro: la heroína del ballet tiene prohibido casarse porque debe cuidar a su madre, se trata de un texto colmado de realismo mágico que Wheeldon logró llevar al ballet.
Michael lo inspira
La carrera de Wheeldon comenzó con el ballet clásico, pero su pasión lo llevó a Nueva York y a la industria de los musicales, donde no solo montó su adaptación de Como agua para Chocolate, sino dio forma a otro proyecto soñado: MJ: The Musical, que lleva a escena la vida de Michael Jackson. El año pasado, el musical obtuvo cuatro premios Tony, incluido el de Mejor coreografía.
“Fue un gran honor y fue muy complicado, culturalmente ambos fueron difíciles; Como agua para chocolate y Michael Jackson los estuve trabajando al mismo tiempo; la vida de Michael fue realmente muy complicada, lo sabemos y lo entendemos, pero su música y su baile vivirán por siempre con todos nosotros”, explicó Wheeldon sobre la vida del cantante.
“Michael Jackson conectaba a todos, todos conocemos Billie Jean, no importa el tiempo que pase, cada uno de nosotros conoce Thriller; todo mundo conoce sus movimientos característicos sobre el escenario y su música. Ser capaz de tomar algo de eso y presentarlo de una forma nueva, en un contexto nuevo, es emocionante, espero traerlo pronto a México; ambos montajes, estoy rezando para hacerlo posible”, agregó.
Apoyará a talentos mexicanos del ballet
Impulsar a niños mexicanos en el mundo del ballet (tal como Alondra de la Parra lo hace con niños en el mundo de la música clásica, a través de programas educativos como Armonía Social y Fellowship), es uno de los deseos del coreógrafo a fin de crear una generación de pequeños que den fuerza al ballet mexicano. “Hablando con algunos bailarines antes de irse, pensamos y esperamos motivar a los niños también para el baile, quizá no a la misma potencia que Alondra puede hacerlo con la música, porque ella está aquí por más tiempo y tiene un gran equipo, pero conforme crece el festival y crece el contingente de baile, es una iniciativa que parece posible”, dijo.“Quizá el próximo año se haga un programa pequeño aquí en Xcaret para reunir a bailarines y a niños con la intención de que trabajen juntos, espero que pueda suceder y creo que podemos lograrlo. No hay nada mejor que la música y el baile para los niños, el tener a profesionales de este nivel y prepararse con estos artistas”, agregó el coreógrafo.
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hc