De bicentenarios y centenarios de nacimiento, al primer siglo del fallecimiento de uno de los poetas emblemáticos de la literatura mexicana, durante 2019 podremos acercarnos a formas literarias que dejaron un legado que trasciende mucho más allá de su tiempo.
Éste es un recuento de los escritores que sonarán durante este año.
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Walt Whitman
La bibliomancia es un ejercicio que consiste en abrir al azar un libro en busca de una respuesta. Hojas de hierba es uno de los títulos más usados para esa actividad, en gran parte porque es una larga evocación poética de quien es considerado como el padre de la poesía moderna estadounidense, que se inició en 1855, cuando apareció su primera edición con 12 poemas, y terminó cuatro décadas más tarde, ya con más de 400.
La influencia de Walt Whitman (1819-1892) ha sido reconocida tanto dentro como fuera de Estados Unidos, por autores como Rubén Darío, Wallace Stevens, León Felipe, D.H. Lawrence, T.S. Eliot, Fernando Pessoa, Pablo de Rokha, Federico García Lorca, Hart Crane, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Ernesto Cardenal o Allen Ginsberg, por mencionar sólo a algunos.
Herman Melville
En figuras como la de Whitman y la de Herman Melville se reconoce que las grandes obras deben pasar el reto del tiempo: considerado una de las principales figuras de la historia de la literatura, la obra clásica de Mellville (Nueva York, 1819-1891) no fue un rotundo éxito en su momento, a diferencia de otros títulos que escribiera como resultado de sus cuatro años a bordo de balleneros en los mares del Sur.
Typee, Omoo, Redburn y La guerra blanca son relatos acerca de sus experiencias, las más de las veces duras, en la mar, aunque Moby Dick, su obra maestra, fue en la que dejó salir todas sus inquietudes personales, su propia memoria y su talento literario, un esfuerzo que le llevó alrededor de dos años, si bien el fracaso comercial de la obra le provocó una serie de problemas —sobre todo psicológicos— reflejados en sus obras posteriores.
Amado Nervo
Tenía unos cuantos días en Montevideo, donde asumiría como ministro plenipotenciario en Argentina y Uruguay, pero un problema renal crónico terminó con su vida el 24 de mayo de 1919. Su cuerpo fue trasladado a México por la corbeta Uruguay, escoltada por barcos argentinos, cubanos, venezolanos y brasileños. En todos los lugares donde pisaba tierra, se le rendían tributos multitudinarios, incluso al llegar a nuestro país prácticamente se fue directo a lo que se llamaba la Rotonda de los Hombres Ilustres.
Casi hasta el lugar común, se ha dicho que tras ese funeral vino una especie de olvido de la vida y la obra de un poeta que se recitaba lo mismo dentro de los salones intelectuales que en la vida cotidiana, más allá de los trabajos de Bernardo Ortiz de Montellano, Manuel Durán y, quizá para las memorias recientes, Carlos Monsiváis, con la publicación de Yo te bendigo, vida. Amado Nervo: crónica de vida y obra.
El centenario de su muerte es una oportunidad para evocar al autor de El bachiller, En voz baja, Serenidad y, sobre todo, Amada inmóvil, que será el protagonista del próximo Festival Letras en Tepic.
Primo Levi
“Mientras sigamos vivos, es nuestro deber hablar, desde luego, pero a los demás, a quienes aún no habían nacido, con el fin de que sepan ‘hasta dónde se puede llegar’”. Estas palabras las pronunció Primo Levi (31 de julio de 1919 - 11 de abril de 1987) casi al final de su vida, pero de muchas maneras sirvieron como guía en su proceso de memoria.
Superviviente del campo de concentración en Auschwitz, entre 1944 y 1945 su obra se concibió como un medio para mantener el problema en la conciencia de quienes no habían sufrido el holocausto: Si esto es un hombre, La tregua y Los hundidos y los salvados conforman la Trilogía de Auschwitz, historias que ayudaron a millones de personas a conocer un pasaje negro de la historia de la humanidad, aun cuando no fue suficiente para el químico judío, porque Levi se suicidó en su casa en Turín.
Doris Lessing
Se hizo acreedora al Premio Nobel de Literatura 2007 por su “capacidad para transmitir la épica de la experiencia femenina y narrar la división de la civilización con escepticismo, pasión y fuerza visionaria”.
Británica de nacionalidad, la escritora nació en 1919 en Persia, actual Irán, y creció en Rodesia, actual Zimbabwe, de donde vienen muchas de las experiencias que alcanzó a reflejar en su literatura: Canta la hierba, El cuaderno dorado o Historias de Londres, donde llega a mostrar su oposición a la política racial en años en los que el tema no era bien recibido en Inglaterra, sobre todo en la primera, gracias a la cual consiguió abrirse camino en el mundo literario de mediados del siglo XX.
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