'Cincuenta sombras': un libro con herpes y otras rarezas

A propósito del estreno de la tercera entrega de la historia de E.L. James, reunimos algunos datos extraños sobre el fenómeno de la literatura erótica.

Ciudad de México /

Este 9 de febrero llega a las salas mexicanas Cincuenta sombras liberadas, la tercera entrega de la fantasía sadomasoquista que ha enloquecido a miles desde la publicación del libro de E. L. James en 2011.

En México, Grijalbo publicó el libro que se ha convertido ya en un bestseller. A propósito, elegimos algunos datos sobre la historia, que van de lo poco convencional a lo más extraño y asqueroso.

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1| El libro se hizo viral, literalmente

En 2013, se difundió que en algunos ejemplares de una biblioteca de Bélgica se encontraron rastros de herpes y cocaína. Investigadores de la Universidad Católica de Lueven analizaron ejemplares de los diez títulos más solicitados. Todos dieron positivo por cocaína, pero sólo Cincuenta sombras de Grey registró diminutos rastros del virus.


2| Los hombres la vieron por curiosidad

Según datos de Universal Pictures, 32 por ciento de los estadunidenses que vieron la primera película fueron hombres. De acuerdo con un artículo publicado en The New York Times, la mayoría fue a ver la película por curiosidad, misma razón que dieron las mujeres.


3| A la autora E. L. James no le encantó la película

Una amiga cercana aseguró que aunque las imágenes le parecieron preciosas, la adaptación de historia le pareció débil. "Como escritora —dijo— no le gustó cómo lució en pantalla, quería que fuera una película muy sexy, pero no lo fue".


LEE LAS PRIMERAS PÁGINAS: 'Cincuenta sombras liberadas'

4| El libro no fue lo único que se vendió como pan caliente

Según The New York Post, tras la publicación del libro, las tiendas de Estados Unidos reportaron un incremento considerable en la venta de cuerdas. "En los últimos seis meses, muchas mujeres han venido a comprar cuerdas. Y las ventas siguen creciendo", contó al diario Clifton Kahn, dueño de una ferretería.


5| La música afrodisiaca

James confesó que mientras escribía las novelas escuchaba música que la metía en el tono erótico de la historia. Su enorme lista de reproducción incluye desde música clásica de hace varios siglos —como el "Canon en Re Mayor", de Pachelbel y la "Cantata BWV 147", De J. S. Bach— hasta canciones de Black Eyed Peas y Bruce Springsteen.


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