La Semana de Cine Japonés vuelve en una nueva edición a la Cineteca Nacional, con nueve filmes del periodo de 1935 a 1940 que se conoce como “la primera época de oro de la cinematografía japonesa”, en una muestra de las primeras películas sonoras de directores como Sadao Yamanaka, Hiroshi Inagaki, Kenji Mizoguchi, Teinosuke Kinugasa, Heinosuke Gosh, Yasujirō Ozu y Mikio Naruse.
En conferencia de prensa, Nelson Carro, director de Difusión y Programación de la Cineteca, contó que se decidió presentar una muestra de varios directores y no la retrospectiva de uno, como se ha venido haciendo en las dos últimas décadas, porque se aborda así el inicio del periodo sonoro del cine japonés.
- Te recomendamos 'Miradora', una reflexión sobre violencia de género Cultura
“Todo comenzó con la propuesta de exhibir tres películas de Sadao Yamanaka restauradas y digitalizadas, y a raíz de estos filmes se nos ocurrió este ciclo sobre los inicios del cine sonoro en Japón, que llegó más tarde que en otras cinematografías del mundo”, explicó el funcionario, al dar a conocer el ciclo que se llevará a cabo del martes 2 al domingo 14 de agosto próximos.
Acompañado por Toru Ono, nuevo director de la Fundación Japón en México, organizadora también de la muestra que tiene justo el título “El cine sonoro se impone”, destacó que a partir de 1935 la mayoría de las películas japonesas tuvieron ya sonido y recordó que hace años no se exhibían estos filmes.
Durante la presentación, se indicó que Heinosuke Gosho realizó en 1931 la que se considera la primera película sonora japonesa, Madamu to nyōbō, aunque en el cine japonés existía tradicionalmente un personaje singular, el benshi, un narrador que no solo iba relatando la película, sino que además interpretaba las voces de los personajes y realizaba los efectos de sonido. Este narrador no fue exclusivo de Japón, pero en ninguna otra parte tuvo el mismo prestigio e importancia.
Salvador Velasco, especialista en cine japonés, habló de la importancia histórica de esta muestra, al señalar que, con excepción de Sadao Yamanaka, quien fue enviado a la guerra y murió de disentería, los seis otros directores del ciclo hicieron sus primeras obras maestras en ese lapso que se conoce como “la primera edad de oro del cine japonés”, pero consolidaron su carrera después de la década de los 50.
En el caso de Sadao Yamanaka, indicó que de su corta filmografía solo sobrevivieron las tres películas que se exhibirán en el ciclo. Velasco también ofrecerá una conferencia on line sobre este periodo, del que se presentarán: Tange Sazen y la vasija del millón de ryō (1935), Kōchiyama Sōshun (1936) y Humanidad y globos de papel (1937); La venganza de un actor (1935), de Teinosuke Kinugasa; La mujer en la niebla (1936), de Heinosuke Gosho; El hijo único (1936), de Yasujirō Ozu.
También Duelo en Takadanobaba (1937), de Hiroshi Inagaki; La historia del último crisantemo (1939), de Kenji Mizoguchi; y Actores itinerantes (1940), de Mikio Naruse.
PCL