México es la inspiración del espectáculo más reciente del Cirque du Soleil, Luzia, que se estrena en la Carpa Santa Fe este 8 de noviembre.
La cantante chilanga Majo Cornejo y el marionetista veracruzano Gerardo Ballester no pueden más que sentirse orgullosos de participar en un espectáculo que enaltece la cultura nacional. Más aún, de llegar a su patria luego de más de dos años y medio de gira.
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Majo platica con MILENIO durante un descanso en uno de los últimos ensayos.
“Hay mucha gente que dice: 'México está de moda, por Coco, por Luzia', y me da mucho gusto que la gente alrededor del mundo vea qué es nuestro país. Este es un show que se dedica a marcar el corazón”.
La puesta en escena —dijo— ha sido un éxito en otros países por imágenes como el Día de Muertos, los alebrijes o los animales prehispánicos.
Ahora que visitan México, incluso el elenco se ha sorprendido al ver en vivo las referencias que inspiran su show.
“En Guadalajara mis compañeros me decían: 'vi el corazón de latón que tenemos en los vestuarios, sí existe', y yo les gritaba: ‘¡pues claro que existe!'; o cositas como la flor de cempasúchil, que pudieron ver en estas fechas”.
Sentada en una de las butacas, mientras la música para un acto de contorsionismo suena al fondo, Gracie Valdez, directora de arte de Luzia, se ve entusiasmada.
El gran recibimiento en Guadalajara y Monterrey los hizo sentir que cumplieron su objetivo.
“Uno de los retos fue hablar sobre lo mexicano: queríamos ser auténticos, asegurarnos que todo lo que se representara fuera real y bien recibido por el público mexicano”.
Mexicanos orgullosos
Luego de compartir el escenario con figuras como Juan Gabriel y Enrique Bunbury, Majo se siente orgullosa de ser parte de una de las compañías más grandes y reconocidas en el mundo del espectáculo.
Sabe que es un reto, pero ella ha puesto su alma en la interpretación de las 18 canciones que entrelazan la trama del show.
"Yo creo que no hay presión, aquí en Ciudad de México vamos a cumplir mil shows y después de tantos la verdad no tengo mucho miedo, pero sí mucha emoción".
Después de participar en numerosas obras de teatro y películas como creador de personajes, para Gerardo Ballester vivir esta experiencia ha sido un sueño cumplido, sobre todo por la oportunidad de hacer animales que muestren una convivencia de respeto con los humanos, algo que le gustaría ver en la vida real.
“Soy el titiritero dentro del espectáculo, y fuera de él tengo la oportunidad de ser el coach de las marionetas”, cuenta. Aunque sabía que estaría ilusionado de llegar a México, no había vislumbrado la magnitud real de lo que sentiría al pisar su patria.
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