El siglo XIX vio nacer a una de las colonias fundadoras del antiguo Madero: La Barra. A este sitio llegaron las personalidades más pudientes, provenientes de Inglaterra, Estados Unidos y Holanda, tras la instalación de la refinería El Águila, hoy refinería Francisco I. Madero.
Aquí queda muy poco de lo que en su momento fue con la presencia de estos primeros pobladores, de los que sobresalen historias sorprendentes como el nacimiento del faro, las escolleras y la instalación de la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores.
La Barra tiene gran significado porque fue escenario de la victoria de Tampico y porque desde este lugar se apostó por el progreso.
El cronista de Tampico, Josué Picazo explica que se le llamó así por el acumulamiento de arena que se formaba entre el río Pánuco con el mar y que terminó con la construcción de las escolleras.
Y es que el Pánuco iba arrastrando mucho sedimento que impedía que los barcos más grandes ingresaran al río porque podían encallar. En otras ocasiones lo permitía, sin embargo, siempre se daban los riesgos de volver a formarse e impedir la salida.
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La Barra en 1900
La cronista de Ciudad Madero, Carolina Infante Pacheco señala que a principios del año 1900 comenzaron a instalarse a la redonda de la refinería El Águila, los primeros pobladores fundadores de La Barra.
La refinería El Águila que se convierte en la refinería Francisco I. Madero, toma mayor relevancia tras la instalación de El Faro, el 5 de febrero de 1883.
Con el comienzo de sus operaciones, La Barra se empieza a poblar de gente pudiente y así es como crece la población.
El 1o. de mayo de 1924, con la independencia de Madero se conforman las colonias fundadoras, entre ellas La Barra, Árbol Grande, Galeana, Refinería y Miramar.
“Llegan para trabajar en la refinería, toda esa gente le apostó al progreso. Algunos llegaron solos, después se trajeron a las familias y es como fueron creciendo los poblados, porque no eran colonias, y después se convierten en barrios”, refirió.
La cronista asegura que La Barra es el centro medular de la historia de Ciudad Madero.
Recuerda que en la zona norte, que era la playa, había pobladores por el trabajo que desempeñaban en la refinería El Águila, donde la construcción de las escolleras cobró relevancia en la época del Porfiriato.
Comenta que las escolleras que se mandan construir en la época de Porfirio Díaz, cobran gran relevancia en la historia de La Barra, porque junto con el faro dieron seguridad a los barcos que vienen del puerto.
Antes, el traslado de los insumos para refinería llegaba desde San Luis Potosí y Monterrey hasta Tampico a través del ferrocarril, lo que refleja la importancia de la obra.
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La polémica por la reina del carnaval de Villa Cecilia
Otro de los aspectos ligados a La Barra, es el que sobresale del año 1925, cuando a escasos ocho meses de haberse fundado Villa Cecilia Tamaulipas (el primero de mayo de 1924) empezó la polémica por la reina del carnaval.
“En Tampico ya había sido instituido el carnaval, entonces querían nombrar reina del carnaval de Villa Cecilia a Mary Smith, pero los pobladores no estuvieron de acuerdo y postulan a María Elena Miranda en 1925, obviamente apoyada por quienes manejaban la economía del lugar”.
Debido a que Miranda Jérez era oriunda del entonces llamado poblado La Barra, lograron se respetara su candidatura, convirtiéndose así en la primera reina en la historia de una nueva población.
De los lugares más olvidados
La Barra es como un suburbio de Ciudad Madero, lugar en el que ahora hay problemas de drenaje y que tristemente es de las colonias más olvidadas, además de la falta de sustento legal en la tenencia de la tierra, dijo la cronista.
“Luego de vivir gente muy acomodada en Madero, de la mejor sociedad económicamente hablando, se convirtió en un lugar popular por la falta de servicios básicos, a esto se sumó que la API compró terrenos para la construcción de una terminal de usos múltiples y provocó que su población sea menor”.
Ahora buscan que solamente quede la escuela primaria “Francisco Castellanos”, ubicada a lado del Faro y quitar la Hermenegildo Galeana, pues su población estudiantil es pequeña.
Pancha la del dólar: historia
Uno de los personajes en el antiguo poblado La Barra, proveniente de la compañía El Águila fue “Francis, Pancha la del dólar” como le conocía la gente, una mujer inglesa que llegó a habitar con su esposo.
Tras la muerte de su marido, esta señora de alcurnia que no tenía hijos perdió la razón, pero se dice que lucía siempre uñas largas y pintadas, usaba guantes, medias gruesas y joyas alrededor de su cuello.
Ella y su esposo, eran personas muy nobles de corazón, dadivosos entre la población que habitaba La Barra, pues daban trabajo, principalmente a los pescadores.
“Ellos regalaban dólares como propinas, era gente muy agradecida, benefactora; le pasó lo que a Carlota, que enloquece. Desde entonces la gente la apoyaba con comida. ‘Pancha la del dólar’, era como se conocía a este personaje, que formaba parte de la época en que se funda la colonia La Barra, el matrimonio se queda en México y aquí muere”.
El faro más alto de todo México
En el antiguo poblado La Barra, en aquella época perteneciente al municipio de Tampico y que actualmente es una colonia de Ciudad Madero, se vivió el 11 de septiembre de 1829 un hecho fundamental en la historia del país.
Ahí, el general Antonio López de Santa Anna logró ganar la batalla en contra del ejército español, que, comandado por el brigadier Isidro Barradas buscaba reconquistar México.
Gracias a esa victoria, México es reconocido como un país libre y soberano. La Barra fue escenario de ese enfrentamiento donde se derrotó a los españoles y por ese motivo, en el año 2015, el gobierno municipal dio a la colonia el rango de histórica.
Su nombre ya era instituido desde 1816-1817, de acuerdo con un mapa en el que aparece como La Barra. Aunque no pertenecía a Madero, se señalaba como sitio geográfico a orilla de la playa Miramar.
El Faro de la Barra de Ciudad Madero mide 43 m de altura, cuenta con 209 escalones y fue inaugurado en 1883. Es el faro a nivel del mar más alto de todo el país y a pesar del tiempo y desastres naturales ha podido conservar su estructura original al margen izquierdo del Río Pánuco.
La mayoría de quienes habitan hoy en día la colonia La Barra, son prestadores de servicios y comercio informal que labora en playa Miramar, donde venden elotes, raspas y fruta.
SJHN