Claro que existe y Miramar no es playa de Tampico. Fue durante décadas la cuna petrolera de México, la sede del sindicato más poderoso del país. Ciudad Madero ha sido trascendental para el crecimiento no solo de la Zona Conurbada, sino de la República Mexicana.
La broma local en donde Madero es una colonia del puerto jaibo, viene a raíz de su fundación, y donde todo el crecimiento urbano e inversión, por muchos años, se dio la ciudad de la torta de la barda, pero ese es tema aparte.
La villa de una mujer con gallardía
Para entender el origen de la urbe petrolera, se tiene que ir hasta su fundadora, Cecilia Villarreal, la primera pobladora y fundadora de este municipio.
Sitió su villa en la margen del río Pánuco, cerca de la barra, a partir de 1807, casada y viuda, fue pilar del comercio a través de tierra y agua, desde su finca salían cultivos y animales, incluso era parte del transporte público vía el Pánuco y por su ubicación, era una conexión importantísima entre Tamaulipas y Veracruz.
Fue tan icónica que el lugar fue conocido regionalmente como el Paso de Doña Cecilia.
Esta influencia fue poblando los alrededores a la casa de la teja famosa por su comodidad que la convirtió en mesón para los cansados arrieros y viajantes. Así llegaron pobladores de Tampico, de Altamira, de otras regiones.
El primero de mayo de 1924, obtienen la categoría de Villa, con el nombre de Cecilia.
Las guerras
En 1829, durante el intento de reconquista española, con el histórico combate en Tampico y La Barra, la Villa Cecilia fue esencial para lograr los triunfos.
Las tropas nombre del Rey de España intentaron entrar por Pueblo Viejo, por el Pánuco, por la Barra, y todos estos puntos, incluyendo la Villa de Doña Cecilia, lograron contenerlos.
Doña Cecilia fallecería en 1844
De Árbol Grande a Madero
El municipio de Ciudad Madero tuvo como origen el primero de mayo de 1921 con el establecimiento de la refinería de Árbol Grande, tres años antes de obtener la categoría de Villa Cecilia.
En 1930 se le dio categoría de ciudad, con el nombre de Madero, en memoria del prócer de la Revolución, Francisco I. Madero.
La refinería daría mucha fuerza al municipio, pero no sería hasta la época de poder de Joaquín Hernández Galicia, donde Madero adquirió notoriedad a nivel nacional; la bonanza en la economía de las familias generó que el comercio local rindiera mayores frutos, tanto que a 30 años de la caída de este sistema político, aun existen sus remanentes.
Actualmente ha tenido un desarrollo en diversos polos de la ciudad; una inversión fuerte para las certificaciones de playa Miramar que dan una plusvalía, sin embargo, colonias del centro y las antiguas: galeana, ferrocarrilera, La barra o Miramar, incluso una parte de Árbol Grande, lucen descuido.