La ciudad de Toluca necesita belleza: Gerardo Urbán

El director de la OFiT dice que aspira a que la orquesta llegue a ser una necesidad vital para la capital del Estado.

Editorial Milenio
Toluca /

La asistencia de siete mil personas a la representación de Aída, de Verdi, en octubre de 2017 en la ciudad de Toluca, rompió el mito de que la gente no gusta de la ópera.

Gerardo Urbán y Fernández, director de la Orquesta Filarmónica de Toluca, promotor de esa iniciativa, afirma que después de esa experiencia, la orquesta que dirige desde su fundación, puede ser capaz de montar ahora "lo que sea" en materia musical, pues se trata de una agrupación que ha sabido formar un público dispuesto a llenar sus conciertos, pues para ellos se trata "de una necesidad vital".

Este año, anunció ya la puesta en escena de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini y un sinnúmero de conciertos para festejar su décimo aniversario.

¿Cómo fue que decidiste que se pusiera en escena Aída?

Decidí hacer Aída porque estoy convencido de que Toluca puede tener los espectáculos más importantes del mundo, así, literalmente.

Tenemos que hacer un esfuerzo por entender que somos importantes, que podemos hacer cosas importantes, y definitivamente Aída es una forma de verlo.

Las ciudades necesitan belleza, eso es una cosa de la que no se habla mucho, generalmente se piensa que la ciudad necesita luz, cubrir baches que también lo necesita, que solo necesita agua, luz, servicios básicos... se ha perdido la dimensión entre lo urgente y lo importante, y esto es una gran diferencia entre nosotros y otros pueblos.

LA PRODUCCIÓN DE AÍDA

El elenco, ¿cómo lo elegiste?

Bueno, el año pasado se abrió una posibilidad [de colaboración] muy grande por el 150 aniversario del Conservatorio Nacional de Música.

Esa conjunción hace que de ahí se empezaran a escoger los talentos que iban a formar parte de la ópera, pero no son exclusivamente del Conservatorio Nacional, quiero subrayarlo, también yo soy un promotor del talento local de calidad.

Nosotros empezamos a realizar audiciones en marzo y abril de 2017; empecé a escuchar a muchos talentos locales, de gente de Toluca que lo podía hacer muy bien: el 60 por ciento del elenco total [de Aída] es toluqueño.

Es importante decir esto de las instituciones [que participaron en la ópera]: es la única manera de que se hagan este tipo de proyectos.

Esto es una cosa muy bonita de la Orquesta Filarmónica de Toluca: es un punto de encuentro. Porque aquí vivimos personas que pensamos completamente distinta, ¿y por qué seguimos unidos? Por cosas como ésta.

Es un pegamento muy fuerte; las instituciones estuvieron gustosas de ser parte de un proyecto tan importante.

Asistieron siete mil personas en tres días, con tres días de teatro lleno, eso simple y sencillamente habla por sí mismo.

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BELLEZA PARA LA CIUDAD

Tú como director de orquesta has expandido los horizontes de la que puede ser una simple agrupación musical...

Tenemos una realidad modesta, a mí no me da pena decirlo, claro que todo el mundo quisiera tener un gran potencial económico, logístico detrás, pero nosotros somos una agrupación modesta...

Pero fíjate que esto es porque estoy convencido de la importancia que tiene la belleza en lo que hacemos: como seres humanos, eso es lo que nos nutre.

Sin embargo, el artista no tiene que ser un promotor, tiene que ser un apóstol de la belleza, esa es la diferencia.

Hay personas que no son artistas y que promueven la cultura, ellos sí son promotores, pero el artista no es un promotor, el artista es un apóstol.

Hay una diferencia importante: el apóstol está dispuesto a ser martirizado, colgado de cabeza, como San Pedro, con tal de llevar el mensaje último, el más importante; el artista lleva ese mensaje, no lo promueve: lo lleva, es un ejemplo viviente de lo que él hace; es una diferencia sutil, si quieres, y a lo mejor pretenciosa, y hasta ridícula, pero así lo vivo yo.

De eso estoy convencido, y desde que empezamos, hace nueve años, todos en la orquesta hemos estado convencidos de esto.

Eso es verdaderamente lo que ha hecho la diferencia, al acercarnos al público les damos el verdadero mensaje de lo que llevamos.

¿Por qué México está como está?

Porque los artistas no son apóstoles de lo que hacen. ¿Por qué seguimos escuchando apologías de la violencia y comentarios sexistas? Porque los artistas no han tomado el papel que tenemos como reto.

Nos rendimos a lo superficial, nos rendimos al lujo, nos vamos por lo que llena en superficie. El verdadero artista, sobre todo el creador, hace obras universales, las puede entender desde la persona más culta hasta la persona que jamás las ha oído...

Siempre he sostenido que nosotros los músicos no somos intérpretes, ¿quién es el intérprete entonces? El público. Hay un momento en el que público interpreta lo que estamos tocando, y entiende qué está pasando.

LA BASE DEL ÉXITO

Por eso la orquesta se ha adaptado a diferentes públicos...

Así es, la belleza está en todas partes y muchas veces más en las cosas populares; los grandes músicos, Brahms, Beethoven, Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, encontraron en lo popular la más pura belleza, por eso nosotros también nos acercamos a la música popular de nuestro tiempo.

También hay una razón sociológica: acercarse y romper barreras.

En esto la Orquesta Filarmónica ha sido pionera, porque otras orquestas locales nunca lo habían hecho: nunca se habían arriesgado o expuesto a esto.

Ahora los vemos, ahora volteamos y vemos que vienen detrás de nosotros y decimos, ah, qué bueno, quiere decir que si nos siguen vamos por buen camino. Y si no, todos caeremos al barranco, eso lo sabremos hasta el final...


ORQUESTA JOVEN DE ESPÍRITU

¿Quiénes son los músicos que están en la OFiT?

Yo desde el principio decidí que tenía que ser una orquesta valiente, arrojada, con energía. Con base en eso hemos sido seleccionando a las personas que son parte de ella; lo que representan esos jóvenes artistas es la valentía, el arrojo, el talento seguramente, y las capacidades; muchos de los músicos que escogí en aquel momento, ahora forman parte de orquestas increíbles de otras partes del mundo incluso, quiere decir que esa visión sí funcionó, porque había una gran calidad desde el inicio, un arrojo impresionante y una valentía absoluta.

Siempre nos esforzamos por hacer las cosas bien, porque todos en la orquesta compartimos esta filosofía de que lo que hacemos: el arte no es decorativo, tiene que ser importante.

¿Qué expectativa tienes de la orquesta?

Bueno, estamos por entrar en los preparativos del décimo año. Esta orquesta está llamada a ser una gran orquesta; a mí eso no me gusta eso de ser la mejor, porque eso es subjetivo, sin embargo sí creo, quiero, sueño y estoy convencido de que la orquesta será una realidad que trasciende, por lo menos, para nuestra ciudad.

También sueño con que la orquesta reciba ayuda de parte de quienes pueden ayudarla, porque no podemos darle belleza a la ciudad solos; me refiero a que la gente común diga: tenemos que ayudar a nuestra orquesta, nuestra orquesta es la que nos da esperanza, para que la podamos ir haciendo cada vez más necesaria... Eso sí lo veo como un punto a lo lejos, creo que se va transformar en eso: en una necesidad vital.

Ya que lo empiezo a percibir que la gente necesita que esté la orquesta, ya es algo importante en sus vidas; porque tenemos la necesidad de ser mejores personas, mejores vecinos y de vivir mejor, de tener una calidad de vida mejor, eso nos va enseñando el arte también, a no rendirnos y decir: bueno, ¿por qué no podemos tener más artistas como Leopoldo Flores, o por qué yo no puedo ser un artista como Leopoldo Flores, por qué no...?

LC

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