¡El lugar perfecto! 'El Cerdo de Babel', taberna y arte en el Centro Histórico de Saltillo

El lugar es un referente cultural de artistas plásticos y gráficos desde lo local, nacional e internacional, que mantiene sus espacios de exposición llenos hasta con dos años de anticipación.

Taberna el Cerdo de Babel. (Especial)
Esmeralda Sánchez
Saltillo, Coahuila /

Hace 17 años la Taberna 'El Cerdo de Babel', en el Centro Histórico de Saltillo, abrió sus puertas con la única expectativa de sobrevivir como negocio; hoy, el lugar es un referente cultural para una generación de artistas plásticos y gráficos desde lo local, nacional y lo internacional, y mantiene sus espacios de exposición llenos hasta con dos años de anticipación.

“En el principio como cualquier negocio no sabes qué va a pasar, si te va a ir bien o mal económicamente, si vas a durar o no; no tenía una intención tan clara ni comercial, ni artística”, dice Jerónimo Valdés, que junto con Sergio Castillo arrancaron esta travesía un mes de agosto de 2004.

Agrega que todo se fue dando por la inercia y el ímpetu primero de amigos ligados al gremio cultural que se centró en el lugar como clientela, y coincidieron en intereses comunes como escritores, poetas, teatristas, artistas o fotógrafos.


“Ahí se generan muchas ideas, a veces relacionadas directamente con lo artístico pero también es un espacio en el que habita esta gente; digamos que la sociedad intelectual, artística, etcétera, aunque va de todo”.

La inauguración de la taberna se acompañó de una exposición de fotografía intervenida digitalmente por Nacho Valdés, y desde entonces a la fecha, las paredes del Cerdo han permanecido llenas, “nunca ha habido un día en que no haya una exposición”.

Actualmente la lista de espera es de alrededor de un año o año y medio, pero se han tenido períodos en que todo está reservado para los siguientes dos años.

“Se ha convertido en un lugar que los artistas plásticos, gráficos y los fotógrafos buscan mucho; a nosotros nos gustaría también meter escultura pero es difícil por los espacios”.

Van más de 300 expositores en la historia de la taberna

A lo largo de este tiempo las paredes del Cerdo han albergado más de 300 expositores, aunque muchos de ellos han presentado su obra varias veces, como el caso de “Geroca” (Gerardo Rodríguez Canales), que es uno de los artistas plásticos más vastos en la ciudad, y expone cada año en el mes de diciembre exclusivamente para la taberna; su obra es de las más esperadas y se vende la mayor parte de sus creaciones, aunque se trata de una persona más bien reservada y renuente a una presencia social más vista.

“Hace unos cuantos meses tuvimos un artista de Chicago que es un muralista espectacular, hemos tenido gente de todos lados, de Coahuila y de México, cubanos, gringos, y vienen también de la Laguna; (Luis Sergio Rangel) “Máscara” estuvo imprimiendo camisetas del aniversario, y tratamos que sea una relación chida con todos”.


La propia exigencia de los artistas les ha llevado a madurar en el rumbo que le han dado a esta faceta cultural, que ahora es inherente al giro de la taberna.

“No teníamos una curaduría, un criterio de selección y la exigencia de los propios artistas nos fue llevando a buscar; nosotros de formación no somos curadores ni nada, a buscar cómo se monta, qué podemos hacer para seleccionar y si tienes un artista con mucha calidad no lo anteceda alguien como muy menor”.

Además, fomentan el arte con actividades

Esto no quiere decir que el lugar se cierre a las diferentes expresiones, por el contrario, en caso de que un artista joven acuda, se le sugieren algunas mejoras que puede aplicar en base a la experiencia acumulada e incluso se le canaliza con otros que ya son ampliamente conocidos y estimados en su ramo, para que pueda asentar un poco más su propuesta.

Además de prestar sus espacios, desde muy temprano, alrededor del tercer año en que inició funciones, el 'Cerdo de Babel' comenzó a realizar actividades de fomento a la producción artística; por lo que se editaron un par de libros de Jeroca hace alrededor de 15 años, de fábulas y cuentos con el escritor Julián Herbert, y con el historiador Carlos Valdés un concepto de la historia de Saltillo y de Coahuila.

Hace pocos años iniciaron la actividad como editorial de manera formal, lo que les hizo topar con una serie de trabas burocráticas y fue así que se convirtió a la empresa en una Sociedad Civil a fin de poder registrarse ante Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) lo que les llevó dos años.


Así han logrado sacar ediciones pequeñas conmemorativas del cerdo, estuvieron trabajando con la Escuela de Historia en algunos proyectos, realizaron un Disco Compacto sobre la música de los mascogos que incluyó cantos a capela; y ahora el proyecto de El Tarot de la Taberna con la unión de dos grandes artistas del ramo gráfico y literario: Miguel Canseco y Julián Herbert, con el concepto de arte–objeto.

“No quedarnos a la espera de que las cosas sucedan sino empezar a empujar proyectos”.

Respecto de si son un referente para el florecimiento de la actividad cultural en el Centro Histórico de Saltillo, Jerónimo considera que fue más bien un cruce con la cada vez menor actividad desde el plano institucional en que algunos espacios están prácticamente abandonados, como a la par el surgimiento de iniciativas con presupuesto limitado que han ido avanzando.

aarp

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