En el año de 1972 el gobierno de la República nombró como Monumento Nacional a la Cueva del Tabaco, ubicada en terrenos del ejido Congregación Hidalgo, en la carretera estatal 84 en elmunicipio de Matamoros, Coahuila.
Este lugar en el año de 1864 fue depositario del Archivo General de la Nación, custodiado apenas por veinte campesinos y arrieros afines a la lucha del presidente Benito Juárez, quien en once carretas, cruzó la República y se internó en Coahuila.
Los descendientes de aquellos custodios se han mantenido aún en lucha para que éstos sean reconocidos dentro de la historia nacional, en particular cinco hombres considerados mártires pues fueron torturados para que dijeran dónde se encontraba el archivo, sin lograr conseguir de ellos la información.
Vladimir Martínez Romero, representante de la Cooperativa Cueva del Tabaco, explica que hace un par de semanas se reunieron con Reyes Flores Hurtado, delegado en Coahuila del gobierno federal, para exponerle que se recupere junto al pasaje histórico, el Museo Casa de Juárez, y que se edifiquen las 20 viviendas a las que tenían derecho, toda vez que ningún gobierno anterior, municipal, estatal o nacional, ha puesto atención a este sitio que incluso fue tomado en el pasado inmediato por criminales cuando el gobierno de Felipe Calderón emprendió la guerra contra el narcotráfico.
“Ha sido mucho trabajo y lo están haciendo los ciudadanos, eso es lo más importante. Desde 1972 que se nombró como Monumento Nacional, estuvo prácticamente abandonado porque de este decreto quedaron varias cosas pendientes, entre ellas las construcción de 20 casas para los descendientes de los custodios que iban a resguardar el sitio, y otros puntos, entre ellos unas norias que les habían prometido y que no se les construyó por la corrupción que imperó entonces”, explica Vladimir Martínez.
Refiere además que el decreto por el cual se erigió la cueva como monumento nacional, nombró a once personas del ejido Benito Juárez y a nueve más de Congregación Hidalgo, donde se ubicaban los custodios, como los impulsores de un nuevo centro de población que llevaría el nombre Supremos Poderes.
Los descendientes se organizaron en el año 2000 toda vez que además se intentó despojarlos de 110 hectáreas que heredaron de los custodios, motivo por el cual se promovió un juicio ante los Tribunales Agrarios que duró 18 años y que se resolvió en el año 2018 a su favor.
“Desde ahí emprendemos una nueva lucha, ahora por recuperar el Monumento Nacional Cueva del Tabaco, organizándonos como órgano coadyuvante que depende del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Por eso estamos trabajando en coordinación los ciudadanos, los descendientes y los funcionarios, para rescatar este lugar emblemático para la historia de México”.
El INAH los visita
El 25 de abril de 2019, MILENIO informó que el delegado del INAH en Coahuila, José Francisco Aguilar, visitó la Cueva del Tabaco y se entrevistó con los familiares descendientes de los custodios.
La instrucción que le dio el gobierno de la República obligaba a dar una respuesta electrónica a los campesinos que solicitaron apoyo pero debido a que no tenían un email, el delegado decidió visitar el municipio para entablar una conversación directa.
La Cueva del Tabaco debe su nombre a que en la zona crecían de forma silvestre arbustos de tabaco cimarrón. Considerado entonces como una droga ilícita, este fue erradicado.
Es un sitio único el país puesto que Benito Juárez durante algunos días se ocultó allí en tanto que el Archivo General de la Nación permaneció, de acuerdo a reseñas de José Santos Valdés, durante casi tres años hasta que fue retornado al gobierno federal por los sobrevivientes, entregando más de 50 cajas al presidente en San Luis Potosí en 1867 cuando la República ya se había restablecido tras la segunda intervención francesa.
“Obviamente lo que a mí me compete es el monumento histórico, su recuperación y lo que podría ser el plan de manejo. Esto puede ser un detonante o un plus para el proyecto que ellos traen porque imagina que pudieran construir casas para la gente del ejido y que lo pudieran convertir en algo totalmente sustentable en la atención del espacio; le daría una vida impresionante”, expresó el delegado.
De la historia a una fosa común
Aunque el monumento se encuentra alejado de la mancha urbana, lo que en su momento lo pudo resguardar, la visita que realizó José Francisco Aguilar a la Cueva del Tabaco coincidió con un levantamiento pericial que solicitó Grupo VIDA, organización dirigida por la maestra y activista Silvia Ortiz, quien impulsó búsquedas terrestres para dar con el paradero de personas desaparecidas en Coahuila, lo que confirmó que el paraje se convirtió entre 2007 y 2013 en un sitio de exterminio y fosa común.
Es por ello que el delegado externó: “afortunadamente las cosas están cambiando, porque aquí como podrás ver está muy tranquilo. Si tú le das vida en un tema cultural, es la única forma a veces de frenar este tipo de situaciones. No es lo mismo que a un muchacho lo enseñes a usar un arma a que le enseñes a cuidar una parte de su historia”. Una cosa quedó clara en este encuentro. Los descendientes quieren ser parte de un espacio que brinde identidad a través de un proyecto de conservación que le presentaron al presidente Andrés Manuel López Obrador y que, en atención, giró al INAH en Coahuila.
El delegado por tal motivo dijo que tiene altas posibilidades de concretarse con un plan de manejo diseñado por expertos.
“Con la señora Silvia Ortiz, que ha hecho un trabajo muy grande en la Comarca Lagunera, digno de reconocer, entablamos un diálogo porque ese lugar ciertamente lo utilizaron mucho tiempo… era lugar de los malos, era su nido y era un tiradero prácticamente de cadáveres, una lástima porque es un monumento nacional que nos llena de orgullo pero afortunadamente hemos estado trabajando en la recuperación del lugar y sacándolo adelante”, refirió Vladimir Martínez Romero.
Tras las huellas de la historia en el norte
A 215 años del natalicio de Benito Juárez, Martínez Romero apunta que se tiene un trabajo concreto con el INAH y que se concentrará en el Museo Casa de Juárez que literalmente se está cayendo, en tanto que el Monumento Nacional Cueva del Tabaco, en breve recibirá a ingenieros de la UNAM para elaborar un proyecto de restauración.
Al menos fue lo que les prometió el delegado Reyes Flores Hurtado. Vladimir Martínez destaca que el presidente Juárez transitó por el norte ante la entrada de las tropas francesas a la Ciudad de México el 31 de mayo de 1863, motivo por el cual trasladó los Poderes de la Unión al interior del país, pasando por San Luis Potosí, Saltillo, Monterrey y Chihuahua.
Pero para aligerar su paso decidió que el Archivo General de la Nación quedara depositado en 1864, primero por unas horas, en una casa ubicada en El Gatuño, en Matamoros, Coahuila, misma donde ahora está el museo de sitio con el nombre del presidente.
Posteriormente los documentos fueron escondidos en el Arroyo del Jabalí, no obstante y debido a la creciente del río Aguanaval, lo trasladaron a la Cueva del Tabaco, conocida en el pasado como La Ruta del Tabaco.
Sobre el apoyo que hoy podría recibir este sitio histórico por parte del gobierno municipal, que es dirigido por Horacio Piña, médico que impulsó en las pasadas elecciones el Partido Encuentro Social en una candidatura de Morena, se sabe que solo se ha limitado a tomarse fotos en el sitio histórico, replicando lo que los campesinos intentan realizar para darle dignidad al lugar.
Así el plan de reforestación que implementaron fue apoyado por el ayuntamiento de Lerdo, Durango, que les donó 100 mezquites chilenos durante el año anterior.
Asimismo y debido a que los lugareños encontraron unas grietas, pidieron apoyo de empresarios locales que les facilitaron maquinaria pesada para nivelar el terreno, lo que permitió el desmonte de una hectárea aledaña a la Cueva del Tabaco, en tanto que un estanque perteneciente al ejido Supremos Poderes, también recibió mantenimiento.
Proyecto cultural y de ciencia para atraer turistas
En el presente lo que se espera es regresarle la dignidad al sitio. Y para ello se hace trabajo comunitario.
Vladimir Martínez apunta que se piensa incluso en un set cinematográfico por lo cual se constituyó una la Cooperativa Cueva del Tabaco, que por cuestiones de la pandemia, sólo requiere ser dada de alta ante la Secretaría de Hacienda y recibir la Clave Única de Inscripción (CLUNI) que permita recibir donativos y generar recibos deducibles de impuestos.
“Tuvimos una actividad de observación con telescopios y el propósito es llevar ese tipo de propuesta a ese sitio que tiene historia y que durante mucho tiempo estuvo olvidado… no sólo se llevaron los telescopios sino que se acampó allí y la gente de Matamoros se sumó a acampar en la zona porque en todo momento se respetó el protocolo sanitario y se contó con el apoyo de la Guardia Nacional, pero la idea es sembrar semillas, sueños e ilusiones en los niños. Al ser un área abierta se minimiza el riesgo de contagio”.
El entrevistado dijo que él mismo ha sido velador sin recibir un sueldo en tanto que agentes de la Guardia Nacional acuden para hacer rondines de manera regular.
El proyecto avanza y ahora consideran que sería necesario que el gobierno de la República reconozca a los cinco hombres que perdieron la vida en la defensa del Archivo General de la Nación y que por la comunidad de Matamoros han sido considerados mártires.
“Nosotros hemos pedido que al igual que ocurre en la Cámara de Diputados con los nombres de los héroes nacionales, también se les incluya a ellos porque son parte fundamental de la historia y también pudieron haber dicho donde estaban escondidos los documentos, en los que se incluía el Acta de Independencia de México y no lo hicieron a pesar de haber sido torturados".
“No eran soldados ni gente capacitadas para soportar la tortura, eran campesinos, gente de pueblo que le importó más su palabra y el amor por México como para ofrendar su vida y no han sido reconocidos. Matamoros, Coahuila, es parte de la historia. Es un pueblo recio pero humilde, sencillo. La Laguna es ejemplo de luchas y parte de la historia nacional en diferentes acontecimientos históricos, pero no se le ha hecho justicia a sus protagonistas”.
CALE