La pandemia por coronavirus cerró las puertas de los museos, a su vez, abrió una ventana que parece infinita para quienes han llevado sus contenidos a las redes sociales, pues recintos privados de Coahuila, han podido captar incluso nuevos usuarios que no son de la región.
Esto se aprecia en el ejercicio que optimizan el Museo Arocena, el Museo de los Metales y el Planetarium Torreón, donde presentan sus contenidos virtuales de una manera fresca y rica al enfocarse en sus públicos, situación que no se percibe en las redes sociales del Museo de la Revolución y el Museo Regional de La Laguna, por mencionar sólo algunos.
Si se consulta al Murel en Twitter, por ejemplo, lo que se encontrará es que sigue a 172 usuarios y tiene 399 seguidores. Ello es entendible cuando se topa con la primera información fechada el 22 de julio, pero del año 2016 donde se anuncia la venta de boletos para una conferencia de superación personal.
Lo mismo ocurre en Facebook que abre con una microcharla publicada el pasado 20 de abril donde la arqueóloga Leticia González explica que el Murel abrió sus puertas hace ya 44 años, en 1976, siendo el primer museo del Instituto Nacional de Antropología e Historia dedicado a mostrar los logros y conocimientos de la cultura del desierto a través de los nómadas cazadores recolectores.
Cabe mencionar que este recinto se conformó con los hallazgos realizados en la Cueva de la Candelaria, tuvo una remodelación total que se prorrogó más de un año y finalmente fue inaugurado de nueva cuenta el pasado 16 de enero con nuevas instalaciones, guión museográfico, nuevas salas (Paleontología, Mesoamérica, Etnografía) y nuevas piezas que podrían exhibirse de manera virtual, sobre todo pensando en la exposición temporal dedicada a las pirámides con piezas de gran valor histórico que ahora se mantiene sin visitantes.
Si extraña que el área de servicios educativos no esté manejando contenido en redes sociales del Murel, el efecto que genera visitar las redes del Museo de la Revolución en Torreón es desconcertante puesto que incluso en Twitter, la Secretaría de Educación Pública federal promociona recorridos virtuales a la casona considerada sitio histórico y de referencia, cuando al parecer no cuenta con Twitter propio.
Si se revisa sus contenidos, estados o publicaciones en Facebook, estos se frenaron el pasado 4 de junio al anunciar la conferencia que su directora, Silvia Castro, ofreció para las redes sociales de Secretaría de Cultura de Coahuila sobre la influenza española.
Si bien, todas las direcciones de las instituciones educativas o culturales han diversificado sus labores en redes para mantener la llama viva del retorno físico a sus espacios, al parecer algunos se han abandonado como si se tratara de unas prolongadas vacaciones.
Si se examina el ejercicio de los museos privados, los primero que se verán son estrategias para mantener la cercanía con sus públicos a quienes se les pide subir fotos tomadas en los recintos, se les proponen actividades lúdicas para los más pequeños que incluyen además a cuentacuentos, mismos que han tenido un alto impacto en las redes sociales, generando una nueva forma de estar en el discurso museístico.
Los recorridos virtuales, las dinámicas de experimentación, la oferta expandida a conciertos a distancia, las conferencias literarias, la exploración de la ciencia, permiten compartir a la distancia contenidos de gran valor a públicos que podrían sufrir efectos traumáticos al permanecer en casa tanto tiempo en medio de la crisis sanitaria.
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