Después de una serie de incidentes por la interacción entre humanos y cocodrilos, surgen voces de autoridades, expertos y población, sobre qué hacer con los saurios que han encontrado en la laguna del Carpintero su hábitat, sitio que está convertido en el principal punto turístico de Tampico.
Hay quienes afirman y con tintes de leyenda, que algunos ejemplares pequeños fueron arrojados al vaso lacustre después que retiraran un zoológico ubicado en esta laguna en la década de los 90, lo que propició su reproducción, al grado de ser adoptados por la población y conocidos como “Juanchos”, mismos que ahora son vistos como un latente riesgo en el entorno turístico.
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Sin embargo, esta teoría pudiera echarse a bajo si nos remontamos a la historia, pues algunos escritos de viajeros por el año de 1826 ya señalaban la presencia de cocodrilos en los ríos Tamesí y Pánuco, además del Carpintero, lo mismo daban cuenta de ataques a humanos y mascotas.
En 1826, primeras evidencias
Para uno de los fundadores de la Asociación Rescate Histórico de México Pedro Granados Ramírez, los cocodrilos han existido en los sistemas lagunarios desde siempre, basado en evidencias históricas que así lo constatan.
Manifiesta que existen relatos escritos por George Lyon, viajero inglés que laboraba para compañías mineras y que llega a Tampico el 10 de marzo de 1826.
Señala que al navegar por el río Pánuco en dirección a La Barra se encuentra con un grupo de entre 5 o 6 cocodrilos, algunos dentro del agua, otros tomando el sol y en el intento por dispararle a uno de ellos casi tropieza con un ejemplar de gran tamaño que de manera inmediata se arrojó al agua, espantando a los demás, encuentro que no dejó de asustarle pues una de esas “criaturas” recientemente había matado a una mujer.
Otro de los viajeros que menciona su encuentro con caimanes como también conocían a los cocodrilos es el biólogo y botánico francés Jean-Louis Berlandier, quien los describe como animales de dimensiones monstruosas que habitan más en ríos que en lagunas saladas.
“En Tampico son tan voraces, que se pueden citar varias muertes causadas por ellos. Han sido víctimas de estos reptiles hombres, mujeres y niños. Siempre al acecho, espían a los perros que se acercan a beber y los devoran”, escribe el expedicionista francés.
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Es Berlandier en 1826 tal vez la primera persona que habla de cocodrilos en la laguna del Carpintero, lo cual acaba con muchas teorías o creencias de los habitantes del sur de Tamaulipas, que manifiestan que en esta laguna no existía la presencia de saurios, siendo posible nadar sin mayores riesgos.
“Debo decir también que, habiéndose hundido la canoa en la que atravesamos la laguna del Carpintero, salimos de ella caminando con el agua a la altura del pecho o a la cintura; y que los caimanes que nos encontramos huyeron de nosotros, sin que hubiésemos visto que alguno asumiera actitud ofensiva”, así lo indica JeanLouis Berlandier, en un fragmento del libro “Tampico, Relatos de Viajeros”.
Pedro Granados, investigador de la historia de Tampico brinda una referencia más, que es la de Madame Calderón de la Barca, mujer de origen escocés quien dedicó gran parte de su estancia en nuestro país en viajar y conocerlo, describe en 1830 como “horrendos” a los caimanes que se asoleaban en las orillas del río Pánuco.
Canibalismo y depredación
Es común preguntarnos, ¿cuántos cocodrilos habrá en la laguna del Carpintero? De acuerdo con el coordinador del grupo SOS cocodrilo en Tampico César Cedillo Leal, indica que de acuerdo al último censo realizado estiman que haya entre 90 y no más de 110 ejemplares del moreletti.
Respecto a los años que pueda vivir un ejemplar de esta especie no hay un dato exacto, pues la información que tienen es que en cautiverio llegan a los 90 o 100 años, pero en vida libre es difícil tener el cálculo.
“La población se autorregula, existe canibalismo entre los cocodrilos, los grandes se comen a los pequeños o los matan por territorio en la temporada reproductiva, porque normalmente los machos juveniles suelen colonizar nuevos lugares y si ya hay un macho dominante no lo permite”, afirma el médico César Cedillo.
Refiere que se tiene la creencia de que nacen muchos cocodrilos y que todos llegan a la edad adulta, sin embargo, casi no ocurre esto. Explica que cada hembra pone alrededor de 35 huevos, pero en la etapa de anidación que transcurre entre los 60 y 90 días existen depredadores como mapaches, perros y hasta humanos que los dañan, mientras que una vez eclosionados las crías de cocodrilo que no miden más de 20 centímetros entran en la dieta de aves, peces grandes, mamíferos y de otros cocodrilos.
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“Se estima por varios estudios que se han hecho a nivel mundial, que entre el 1 y el 3 por ciento de los cocodrilos que nacen anualmente llegan a la edad adulta, eso quiere decir que aproximadamente 1 a 2 cocodrilos de cada 100 que nacen llegan arriba de los 2 metros”, añade el coordinador del grupo SOS cocodrilo Tampico César Cedillo.
El investigador considera que retirar a la totalidad los saurios de la laguna del Carpintero, no es la solución a la problemática que representa su presencia en el sitio.