El trabajo que durante años ha realizado el maestro Miguel Espino con niños y niñas que primero integraron el Colectivo Chapala en torno a un proyecto fotográfico y posterior continuaron haciendo fotografía estenopeica con botes de avena, en el Club de niñas, niños y adolescentes del DIF Gómez Palacio, institución donde reside el Semillero Creativo, rindió frutos luego de que los menores acudieron a su primera exposición en Auditorio Nacional en la Ciudad de México.
- Te recomendamos En Durango, exhiben los atractivos turísticos de Coahuila Estados
En ese sentido Espino dijo a Milenio que el poder que entrañan los niños sobre la cultura hizo posible cristalizar un sueño al participar en una noche que concentró ejecutantes de las distintas manifestaciones artísticas realizadas dentro de los talleres que instituyó el gobierno de la República.
“Nos recibieron en el aeropuerto pero desde el vuelo los chicos ya iban entusiasmados, fue su primera vez que volaron. Iban con nervios porque no sabían qué esperar pero iban maravillados, iban felices. Nos llevaron al hotel y sorpresa de que estaba saturadísimo de niños y maestros, muchos grupos de música, coros, integrantes de etnias, porque son Semilleros Originarios y fue padrísimo ver la diversidad de gente de nuestro país. Es el ver la inclusión en la práctica”.
Si la logística fue impresionante al ver a niños cargados de instrumentos y materiales, la exposición guardaría grandes sorpresas. Con 11 alumnos, tres padres de familia, una promotora y el maestro, el grupo de laguneros fueron movilizados a otro céntrico hotel.
Miguel Espino agradeció los cuidados brindados a los alumnos por parte de los funcionarios federales que dijo, “echaron la casa por la ventana”, permaneciendo en la Ciudad de México del 18 al 20 de noviembre pasado.
“Al llegar al Auditorio Nacional vimos una exposición de primer nivel; había visto algo así en museos principalmente, que no necesariamente tienen que ver con el Estado y obviamente exposiciones de grandes museos y la verdad fue algo magnífico para ser algo hecho por los niños, les ofrecieron una museografía excelente, una producción muy buena. Los chicos estaban sin palabras, emocionados porque todo fue con la libertad para que ellos dispusieran el cómo querían ver su trabajo”.
Con capacidad de 10 mil butacas el Auditorio Nacional se encontraba lleno. A los muchachos del Club de niñas, niños y adolescentes del DIF Gómez Palacio los enviaron a las filas preferentes cercanos a secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, a quien tuvieron la oportunidad de saludar. Luego inició el concierto dirigido por Eduardo García Barrios.
“Empezaron a proyectar las fotos que tomaron los chicos y eso nos hizo llorar de emoción porque lo hablo y siento el nudo en la garganta al ver, por decirlo de alguna manera, que se hizo justicia con los niños, y que los límites fueron rotos. Sé que hay muchos semilleros y muchos colegas que están trabajando duramente y que tienen un trabajo maravilloso con talento y creatividad.
“Yo estoy agradecido porque se interesan sinceramente por el trabajo de los niños y por fomentar una cultura de paz, por la cultura comunitaria y que aplican esto sin distinción. Fue maravilloso porque los chicos tuvieron un cambio desde que hemos estado trabajando con ellos porque ellos se valoran, ya se creen lo que están haciendo y vienen motivadísimos para hacer más”.
A pesar de las circunstancias que enfrentan estos menores en sus comunidades o en sus domicilios sin duda demostraron su talento y esto se irá afinando hasta llegar a su próxima exposición nacional.