El color de Tamayo regresa al MAM después de 40 años

La muestra, que será abierta el sábado, será un recorrido por sus cuadros más tempranos hasta la obtención de su lenguaje maduro.

Ciudad de México /

Sesenta años de creación artística están resumidos en la expoisición Rufino Tamayo, el éxtasis del color, que se inaugura el próximo 10 de junio en el Museo de Arte Moderno (MAM). Desde hace 40 años no se montaba una exposición de este artista oaxaqueño, uno de los más importantes del siglo XX.

"Esta no es una exposición lineal, sino que vamos a hacer una asociación de cuadros tempranos con otros más tardíos para que se vean los contrastes de este camino hacia un lenguaje maduro, sin olvidar el color. Tamayo era un gran colorista que no quería ser considerado sólo como tal, sino como lo fue, un gran pintor", cuenta Sylvia Navarrete, directora del MAM y curadora de la muestra.

TE RECOMENDAMOS: 'Mármol rosa": un chipriota interviene la Casa Barragán

La exposición —explicó Navarrete— muestra al pintor como una figura independiente que se apartó de la retórica muralista para ser después abanderado de la ruptura y renovar el lenguaje de la abstracción. Está integrada por 50 obras, de las cuales 34 forman parte del acervo del MAM, 13 de colecciones particulares y tres del acervo Museo Tamayo Arte Contemporáneo.

[OBJECT]De éste último destaca el mural transportable en cuatro paneles Homenaje a la raza india, que Fernando Gamboa —director del MAM entre 1972 y 1981— encargó a Tamayo para una exposición itinerante en el Museo de Arte Moderno de París, el Museo de Arte Moderno de Estocolmo y la Tate Gallery de Londres.

"Este es una especie de suma de todos los recursos plásticos y técnicos de Tamayo. Una evocación intemporal de una escena de mercado, pero que también puede referirse a una aspiración a lo infinito, que se basa tanto en las tradiciones prehispánicas, como en un anclaje en la época moderna".

Por su parte, Lidia Camacho, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, dijo que el pintor oaxaqueño tiene una relación muy estrecha con el MAM, ya que en 1964 se inauguró este recinto con una retrospectiva de Tamayo. Posteriormente hubo dos exposiciones más en 1974 y 1976.

"Esta exposición viene precisamente a cubrir ese vacío, pues desde entonces no habíamos vuelto a tener una exposición de Rufino Tamayo que muestre las diferentes etapas del pintor".


Navarrete agregó que Tamayo fue uno de los pocos artistas que participó en dos vanguardias del siglo XX: "La de los treinta que forma parte de esta generación más joven que los muralistas y que se opuso a esta retórica para procurar una estética más intimista, más ligada a los sueños y a una búsqueda interior. Y luego quiso ser un abanderado de una segunda vanguardia que es la ruptura, en donde logra renovar el lenguaje de la abstracción y ser el jefe de fila de la juventud".

Rufino Tamayo, éxtasis del color muestra cómo un artista arraigado a sus raíces supo trasladarse hacia un lenguaje abstracto que estaba vinculado con la problemática de su época, como la posguerra, la era nuclear y los avances tecnológicos.

La exposición hace también un recorrido por los cambios que Tamayo experimentó en su paleta de colores: de una paleta grisácea, que desarrolló cuando se exilió voluntariamente durante 25 años a Nueva York y París, porque sentía que no encontraba mercado en México, hasta la explosión de colores que retomó cuando regresó a nuestro país.

La exposición estará abierta hasta el 27 de agosto en el Museo de Arte Moderno y en noviembre viajará al Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey para celebrar sus 25 años.


ASS

  • Patricia Curiel
  • patricia.curiel@milenio.com
  • Estudió Comunicación y Periodismo en la UNAM. Escribe sobre arquitectura social y el trabajo de las mujeres en el campo de las artes. Cofundadora de Data Crítica, organización de investigación periodística que produce historias potenciadas por análisis de datos.

LAS MÁS VISTAS