'Colosos': niños en blanco y negro que avivan La Habana

Maisel López, artista callejero de la capital cubana, ha realizado una treintena de murales con retratos de niños de su distrito.

Los retratos hablan desde los muros
Los modelos son los infantes del barrio
Las paredes de La Habana y el arte callejero
Ciudad de México /

Los refinados retratos en blanco y negro de niños cubanos comenzaron a aparecer hace dos años en las paredes callejeras del barrio habanero de Playa y luego en el vecino Marinao. Hoy suman casi 30 obras que forman parte del proyecto Colosos, de la autoría del artista visual Maisel López, cuyo trabajo con grafito y pintura negra contrasta con el característico fulgor de la luz y los colores caribeños.

Su esfuerzo ha sido celebrado por los habitantes de estos barrios, a los que ha dado vida ante el decaimiento de los edificios y las calles. Los vecinos apoyan su trabajo, más en un país donde el arte callejero es raro, pues los reglamentos impiden esa expresión artística sin las autorizaciones de la autoridad. Los permisos son sobre todo difíciles cuando el arte callejero no se refiere a los íconos y las consignas tradicionales, como los retratos del Che Guevara, la bandera cubana o el lema Patria o muerte.

TE RECOMENDAMOS: Un cubano al rescate de la cultura de la isla

[OBJECT]El artista de 31 años comenta que sin duda fue el arte político lo que lo llevó a desarrollar sus murales, pues participó en varias obras en celebración de la revolución bolivariana durante una misión cultural que Cuba envió en 2009 a Venezuela.

Además, señala que su obra se inspira en el máximo héroe independentista cubano, el poeta José Martí, quien dijo que “los niños son la esperanza del mundo”. Lo cierto es que su obra, si bien no se inscribe en el marco oficial de homenajes revolucionarios y heroicos, si se inserta en el marco de lo que es “autorizable” por el régimen isleño.

Como muchos otros artistas callejeros, Maisel ha siempre solicitado los permisos requeridos para pintar las paredes de casas y edificios, y si al principio fue muy difícil, su trabajo se ha ido ganando la confianza de las autoridades que le han facilitado su desarrollo.

TE RECOMENDAMOS: "La Mochila", el "Netflix" de Cuba

A Misael le toma entre 4 y 8 días cada obra y siempre retrata a infantes de los mismos barrios donde trabaja, lo que también anima a los vecinos que ven a sus hijos retratados con arte en los muros de sus calles.

Mientras crea sus obras, López da clases de pintura y vende sus retratos al óleo que han alcanzado hasta mil 500 dólares en un país donde el salario es de 25 dólares por mes.


*Con información de Reuters

AG

  • Milenio Digital
  • digital@milenio.com
  • Noticias, análisis, opinión, cultura, deportes y entretenimiento en México y el mundo.

LAS MÁS VISTAS