Con la entrega del Premio Internacional de Literatura Aura Estrada a la escritora peruana Natalia Sánchez Loayza, se iniciaron de manera formal las actividades de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, que en esta edición tuvo su ceremonia en la comunidad de Teotitlán del Valle, a unos 40 minutos en automóvil de la capital oaxaqueña.
Una ceremonia en la que la palabra de los pueblos alzó la voz, como cuando Eva Melina Ruiz González, presidenta del Comité del Centro Cultural Comunitario de Teotitlán del Valle, aseguró: “para nuestros abuelos, nuestras abuelas, nuestros padres, nuestras madres, su relación con la lectura fue violenta, a partir de que les cortaron la lengua materna, hay generaciones "con vergüenza de hablar la lengua zapoteca, porque en la escuela nos dijeron que eso no valía".
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"Y nos llena de orgullo conocer la FILO que trae a escritores y escritoras indígenas a nuestra comunidad a decirle a los jóvenes necesitan escribir en su lengua, narrar su cosmovisión".
En la explanada municipal de la comunidad zapoteca, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, reconoció la importancia de recuperar al encuentro editorial y literario, porque pone a Oaxaca en el mapa de la cultura.
“Hoy Oaxaca es protagonista, porque al abrir esta conversación y al tener la oportunidad de tener a muchas y muchos escritores que tienen algo que decir al mundo, podemos retroalimentarnos, pero también plantearles desde Oaxaca esta manera de reinventar cómo planteamos estas ferias, porque una vez más han pensado fuera de la caja”.
Luego de que se han recuperado de forma gradual algunas de las actividades en todo el país, la Feria Internacional del Libro de Oaxaca se propuso un formato híbrido, en especial con distintas sedes, para reconstruir la energía que dan las actividades presenciales, en palabras de Vania Reséndiz Cerna, directora de la feria.
"Bordemos nuestros reencuentros para que cada hilo sea parte de esta celebración, de mirarnos y correspondernos. Festejemos que recomenzamos en este lugar maravilloso que nos ha abierto las puertas para inaugurar 10 días de actividades para la población oaxaqueña y para quienes están en otros sitios pero que desde la virtualidad nos pueden acompañar”.
Este año la FILO tendrá como sedes, además de la Ciudad de Oaxaca, cinco comunidades al interior del estado que disfrutarán de las actividades literarias y artísticas.
Para este año, se recibieron más proyectos al Premio Internacional de Literatura Aura Estrada, 305 trabajos de 15 países, de "puras mujeres escribiendo, desde sus distintas ciudades, pueblos, pueblos y regiones", siendo la ganadora Natalia Sánchez Loayza, quien participó con el proyecto Sopa de perro, que narra la edificación del distrito de Villa María del Triunfo en Lima, Perú; la fundación del barrio Nueva Esperanza; la constitución de la casa de sus abuelos en aquel barrio; el envolvimiento de su padre en el grupo terrorista Sendero Luminoso; y su muerte.
PJG