Las danzas de los matachines reaparecieron y se escucharon antes de ingresar al templo de San Judas Tadeo en pleno centro de Monterrey, en tiempos de pandemia...
A diferencia del año pasado, que no acudieron por la misma contingencia sanitaria, por lo menos el mismo día de la festividad, un grupo de fieles se concentraron alrededor de los hombres y mujeres danzantes disfrazados con vestidos ajustados al cuerpo, ahora con tapabocas integrado, en un ritual hecho justo a un lado de la ruta de evacuación del santuario.
- Te recomendamos Exhorta CEDHNL a garantizar el derecho a la salud de maestros Política
La vendimia de figuras e imágenes de San Judas Tadeo, veladoras y flores inició desde temprano en el pasillo de la iglesia, ubicada en la calle de 5 de mayo entre Vallarta y Corona.
Aunque hubo misa restringida a las 13:30 horas, ésta ahora fue presencial con un aforo del 70 por ciento como lo había anunciado horas antes el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López.
Cada año, la tradición católica lo venera como el santo de las causas difíciles y desesperadas, y su festividad se celebra en la liturgia católica el próximo 28 de octubre, aunque popularmente suele ser recordado el día 28 de cada mes.
Por ser domingo la gente acudió en mayor cantidad, pero sin llegar a ser tumulto, ya que, al ser días previos a la festividad principal, los organizadores de la vendimia previeron que el próximo domingo habrá mayor afluencia.
"Porque el día fuerte es el 28, es el día bueno, la misa buena es este jueves que es cuando es el Día de San Judas Tadeo, cuando casi todo el día hay movimiento", señaló la vendedora de imágenes del santo y las veladoras en el acceso trasero del santuario.
El año pasado, y a diferencia de otros años a consecuencia de la pandemia del covid-19, los vendedores fueron muy pocos y los tradicionales cierres de calles no se observaron.
Tampoco hubo danzas ni cánticos o el olor a flores e incienso que son característicos de la fecha, por lo que había sido un cambio total a lo que años atrás se estaba acostumbrado a ver entre las calles.