Comisión de Cultura, pelea con el PES

La Crítica / Teatro

Si existe un partido no solo poco preparado y con desconocimiento total del sector sino contrario al propio concepto de cultura, ese es el PES

La cantante Susana Harp estará al frente de la Comisión de Cultura del Senado. (Omar Franco)
Jaime Chabaud Magnus
México /

El Partido Encuentro Social, actualmente ya sin registro, se había alzado a principios de semana con las Comisiones de Salud y de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, despropósito que permitió Morena en un primer momento y que el miércoles renegoció ante el tremendo revuelo suscitado en redes y prensa. Tanto AMLO como la ya designada secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, han hecho compromisos muy fuertes para el sector que no pueden quedarse en promesas por el costo político que representaría. Como alto sería el costo para Morena de permitir que la salud de los mexicanos quedara en manos de un instituto político conformado por cristianos evangélicos que han luchado contra el derecho de las mujeres a la interrupción del embarazo asistido, seguro y gratuito: era, sin duda, una completa aberración para los derechos humanos de nuestras conciudadanas. Hubiese implicado una regresión y un empoderamiento de las peores prácticas e ideas del conservadurismo mexicano que tienen a la mujer por objeto y al avance en favor de los derechos de las comunidades LGBT+ por un acto demoniaco. Y ya ni hablar de la urgencia de servicios de salud a lo largo y ancho del país, de la emergencia que implica una amplia educación sexual y la planificación familiar que frene la demografía, etcétera.

Si existe un partido no solo poco preparado y con desconocimiento total del sector sino contrario al propio concepto de cultura, ese es el PES. La concesión que hacía Morena era peligrosa. Rectificar fue lo mejor. La noticia fresca de que en el Senado queda Susana Harp al frente de la Comisión de Cultura alienta. Vale recordar que entre las promesas de campaña se incluye la de dotar ¡¡por fin!! al sector de un presupuesto decente: el doble, han dicho, pero tendría que ser el cuádruple. Porque las cifras no estaban bien sumadas como expuse en esta misma columna semanas antes de las elecciones: aún otorgando a cultura en el PEF 2019 un 100% más que en el presupuesto 2018, apenas sería si acaso la mitad de lo que se le asignaba con el panista Felipe Calderón en 2011 y 2012 (http://amp.milenio.com/cultura/el-doble-es-apenas-la-mitad).

Las protestas que ayudaron a conjurar que el PES tuviera la presidencia de las Comisiones de Cultura y Cinematografía y de Salud deben ser leídas por AMLO como una clara señal de que esperamos un profundo cambio para que sea realidad el derecho constitucional de nuestros conciudadanos de acceso a la cultura. Tendrá gremios artísticos y culturales activos, críticos, vigilantes.

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