Son múltiples las dimensiones de la violencia que ha registrado la literatura escrita en español. Durante siglos, ha dado cuenta de guerras, masacres, crímenes de Estado o abusos contra las minorías. Pero existe otro tipo de violencia que se oculta tras bambalinas. Invisible, pero no por ello menos relevante: la violencia implícita.
Durante la charla “Literatura y violencia política”, que formó parte de las actividades de la V Bienal Mario Vargas Llosa, el escritor peruano Fernando Iwasaki apuntó que a diferencia de la mayoría de las historias escritas el siglo pasado —que suponían un ejercicio de la violencia proveniente de los poderes represores—, en la actualidad abundan las narrativas donde la violencia surge con sutileza. Pero es, a fin de cuentas, violencia presente. “Hablar de esa otra dimensión de la violencia, no solamente para describirla sino para mirarla a los ojos, debería ser materia de conversación”, dijo el autor de Ajuar funerario.
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Iwasaki habló también de un cambio de paradigma sintomático de nuestro tiempo. “Las ficciones que estamos consumiendo en todo el mundo son postapocalípticas, pues nos hablan de una humanidad superviviente de una gran tragedia”.
“Hoy en día”, agregó, “no existe una fuerza represora que ejerce la violencia. Lo que hay es un nihilismo desatado con individuos antisociales en un mundo sin ley”.
El escritor colombiano Santiago Gamboa, otro de los participantes, se refirió a la génesis de la narrativa de la brutalidad. “La cultura occidental nace en una guerra, la de Troya. La violencia y la guerra han sido siempre objeto de la mirada curiosa de los seres humanos frágiles, inermes, que se ven envueltos en ellas, [...] y ahí está el escritor interrogando la violencia en todas sus modalidades”.
Por su parte la poeta y ensayista dominicana Soledad Álvarez trazó una breve ruta de la violencia en el ámbito hispanoamericano, desde la social y la urbana hasta la violencia de género. “Últimamente”, señaló, “la narrativa ha ido desembocando en la novela del narcotráfico, de la criminalización de nuestras ciudades. La violencia social está tomando unas dimensiones totales en nuestras vidas y la narrativa, lógicamente, está dando cuenta de ello”.
Con el lema “Literatura para tiempos recios”, la V Bienal Mario Vargas Llosa reúne a una treintena de escritores en Guadalajara. El programa —que se desarrollará hasta el próximo domingo 28 de mayo— incluye mesas de diálogo que abordan los nexos de la literatura con temas como la guerra, la paz, las nuevas narrativas y las resistencias, entre otros.
PCL