“No me tomo demasiado en serio los premios”: Daniel Freiberg

El músico está nominado al Grammy Latino por “Mejor Arreglo” por la pieza “Crónicas Latinoamericanas”, gracias a su trabajo en el disco 'Estirpe' de Pacho Flores.

Daniel Freiberg, Arturo Márquez, Paquito D'Rivera, Pacho Flores, Carlos M. Prieto. (Foto: Lorena Alcaraz)
Ciudad de México /

A Daniel Freiberg (1957) se le puede ver con un instrumento, con partituras, compartiendo escenario con intérpretes o frente a un monitor preparando algún disco musical. Radicado en Nueva York, su trayectoria lo ha llevado a transitar por la intersección entre la música clásica, el jazz, el rock y la música latinoamericana.

El compositor, pianista, arreglista y productor argentino-norteamericano recibió la noticia de su nominación al Grammy Latino en la categoría de “Mejor Arreglo” por “Crónicas Latinoamericanas”, obra que forma parte del disco Estirpe, una colaboración entre el trompetista Pacho Flores con la Orquesta Sinfónica de Minería —primer ensamble mexicano en grabar con el sello internacional Deutsche Grammophon—, bajo la batuta de Carlos Miguel Prieto.

Sin embargo, para Daniel Freiberg no es un terreno poco explorado, pues en su lista de premios y nominaciones se encuentran el Grammy Latino, los Premios Grammy y los Premios Emmy, porque además de trabajar con músicos como Paquito D’Rivera o Marc Anthony, también ha colaborado con agrupaciones como la Oviedo Filarmonía y hasta hecho composiciones para cine y televisión de plataformas como HBO, Netflix, Lions Gate, National Geographic o Discovery Channel.

Pero para el músico, “los premios son lindos reconocimientos pero yo no me la creo mucho, no me lo tomo demasiado en serio: creo que hay que seguir estudiando, practicando y mejorando, porque no creo que por un premio se haya llegado a lo mejor. Los Grammy, en particular, tienen ese toque bueno porque tienes el reconocimiento de los colegas, no es el público oyente, es la gente de la misma profesión. Para mí la nominación tiene prácticamente el mismo valor que ganar el premio en sí, porque son cinco nominados y cualquiera de ellos pueden ganarlo porque todos son buenos proyectos”, dice en entrevista con MILENIO.

—¿Qué significa en estos momentos “Crónicas Latinoamericanas”?

Es una obra que me está dando muchas satisfacciones. Es una obra originalmente compuesta para clarinete y orquesta, y cuando el gran Pacho Flores la escuchó, se me acercó para decirme que la quería tocar y decidimos hacer un arreglo para trompeta y orquesta, que es el que está incluido en su nuevo disco titulado Estirpe, que además tiene tres nominaciones al Grammy Latino.

—Fue una obra pensada para el clarinete, ¿cómo fue el proceso (arreglo) de llevarlo a la trompeta?

En realidad, lo que hay que saber hacer son las posibilidades del instrumento al que uno le está escribiendo, en este caso la trompeta. En el caso específico de Pacho Flores, es un trompetista fuera de serie, que tiene posibilidades mucho mayores a lo que es un trompetista profesional clásico, lo que hay que tener muy en cuenta; hay cosas que solo Pacho puede hacer y, encima de eso, está usando una serie de instrumentos nuevos, desarrollados por la casa Stomvi, de Valencia, España, que tienen posibilidades más extendidas que las trompetas tradicionales, entonces es toda una conjunción de factores que hacen que la adaptación sea muy específica para el mismo Pacho Flores, quien posiblemente sea en este momento el culmine de lo que es el nivel de los trompetistas a escala internacional.

—¿Qué descubrió al abundar en los sonidos de la trompeta?

La trompeta tradicionalmente tiene tres válvulas (pistones), y las trompetas de Pacho están tocando cuatro pistones, que entraré en un término un poquito más técnico, pero él hace que el rango de la trompeta pueda llegar a notas mucho más graves que lo que toca una trompeta tradicional: él puede llegar a prácticamente una octava debajo del rango tradicional de una trompeta, así que eso lo tuve que tener en cuenta, además de que Pacho es un gran improvisador, que es muy difícil encontrar dentro de lo que es la música clásica, y hubo una sección donde improvisamos la noche anterior en un concierto lleno en Bellas Artes, donde la gente estaba gritando como si hubiera entrado Lionel Messi a la cancha, lo que fue muy emocionante.

—Además es pianista, ¿qué le ha dejado el instrumento?

Me sigue dando satisfacciones. En este momento me agarraste practicando el piano porque dentro de unos días tengo que viajar a Texas, a tocar justamente dos conciertos con Pacho Flores y no quiero hacer un papelón, así que estoy practicando; tuve la suerte también de tocar el piano en el disco Estirpe, nominado además a “Mejor disco de música clásica”, así que estuve no solo en la grabación como compositor y arreglista, sino como pianista también. Estoy feliz y orgulloso, pues estuve a lado de gigantes como Arturo Márquez, al que admiro mucho y le tengo un gran cariño, y a mi amigo y mentor Paquito D’Rivera, quien también tiene una nominación en el disco por “Mejor composición contemporánea”.

—Ha transitado por muchos ritmos, ¿qué encuentra en la música sinfónica?

Es un universo con posibilidades infinitas porque tienes todos los colores a disposición, lo que me fascina. Es una etapa relativamente nueva en mi carrera porque venía desarrollándose en la música pop y el jazz, y se me abrió esta ventana; y bueno, la estoy disfrutando, y a las orquestas y al público les están gustando lo que escribo, así que mientras les guste, yo seguiré escribiendo.

—¿Cuál es su sentir cuando sus composiciones o arreglos son interpretados por otros grandes músicos?

Yo les digo a Pacho o a Paquito que les tengo un agradecimiento eterno porque para mí, que ellos quieran tocar mi música, me convence de que voy por el camino correcto, que todos tenemos hasta cierto punto un nivel de inseguridad, pero digo: si a Paquito D’Rivera le encanta tocar mi música, o a Pacho Flores, algo bien debo estar haciendo, así que para mí es una confirmación de que debo seguir mis instintos cuando compongo, y no tratar de hacer algo porque a alguien le va a gustar: hay que ser honestos con lo que uno escribe y así me lo hacen saber los artistas que tocan mi música.

—En Estirpe también participó la Orquesta Sinfónica de Minería, ¿cómo fue trabajar con ella?

Ya he trabajado con ellos (los músicos) en otras oportunidades, y es una agrupación de nivel internacional altísimo, con unas ganas más que bien de hacer las cosas, con una alegría en todos los ensayos, con una positividad y, obviamente, están bajo la batuta del titán de la música clásica, del maestro Carlos Miguel Prieto, que es realmente un genio, que logra mantener un ambiente súper afable y divertido. Le sabe sacar a los músicos lo mejor de ellos.

PCL

  • Viridiana Contreras
  • viridiana.contreras@milenio.com
  • Reportera y coeditora. Licencia en Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón (UNAM). Doce años en el periodismo cultural.

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