“Ven a confesarte con tus amigos”, esa es la premisa de El Confesionario, cantina de Guadalajara que con 23 años de historia se ha convertido en una de las favoritas no solo por su ambiente predilecto y sus ricas botanas, sino por tener esta peculiaridad: un confesionario en medio del lugar, para confesar los pecados y expiar las malas vibras.
Aunque El Confesionario pareciera un bar moderno, donde principalmente acuden los jóvenes, es todo lo contrario, es un sofisticado lugar que tiene todo el sabor y magia de las cantinas más tradicionales y añejas de Guadalajara, que además resulta ser el favorito principalmente de los ‘chavorrucos’ por su ambiente relajado y su variada selección musical en su mayoría de temas ‘oldies’.
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La historia de El Confesionario se remonta al año 2000, año en el que Don Jorge Flores se decidió a montar un lugar tradicional; una cantina en la que las botanas llegaran al compás de las bebidas. El nombre del lugar tiene un poco más de historia, retoma el nombre de otra cantina con ese nombre que existió allá por 1939 en el centro de la Perla Tapatía.
Pronto Don Jorge se hizo de aditamentos para la decoración del lugar, dando en el clavo encontrando un confesionario de madera que complementó de manera perfecta su concepto y por su puesto llamó la atención. Sin embargo; Don Jorge no duró mucho al frente de El Confesionario, pues tan solo un año después lo traspasó a Carlos Fernández y Adrián Fuentes quienes no sólo lo remodelaron, sino que implementaron nuevas atracciones para modernizarlo, pero eso si el confesionario permanece como sello distintivo.
Desde entonces el lugar cobró popularidad y es que cuenta con los elementos ideales para pasar un buen rato; ya que guarda entre sus paredes esa sensación bohemia y cálida, además de una comodidad en sus equipales que simplemente invitan a pasarlo bien.
Además del confesionario, este lugar cuenta con una decoración sencilla en colores cafés acordes a la madera de las mesas, la barra y los equipales, unas pantallas para no perderse los mejores partidos de la jornada y todo se complementa con luces de colores que enmarcan las veladas de música en vivo.
Sin duda de los aciertos que tiene El Confesionario son las botanas y es que como en la idea original de Don Jorge, estas llegan a la mesa en la medida de que se consumen las bebidas, lo que no faltan son los cacahuates y la fruta con sal, limón y chile y como plus también cuenta con una menú para platillos más elaborados, estos si con costo, pero deliciosos y van desde nachos, alitas, taquitos de arrachera, de barbacoa, guacamole hasta cecina de res.
Cuenta con noches bohemias, noches de karaoke, música en vivo para bailar, para cantar, además de ofrecer distintas promociones según el día de la semana en bebidas, preparados, destilados y cervezas.
El Confesionario es de esos pocos lugares que te invitan a quedarte más tiempo y es que la música, la comida, y el gran ambiente crean esa atmosfera perfecta y cómoda para pasarlo bien, disfrutar de una buena charla o de simplemente compartir con los amigos, la experiencia se complementa con la amabilidad de los meseros y la atención que brindan.
El Confesionario
- Ubicación: Avenida Circunvalación Agustín Yáñez #2545, colonia Arcos, Guadalajara
- Horario: De lunes a sábado de 13:00 a 02:30 horas
MC