Una escalera movediza nos transportó al castillo de Hogwarts. Sin detenerse a causa de los dementores, niños y jóvenes participaron en el "Concurso de disfraces Harry Potter", organizado por Book Up y la FIL de Guadalajara.
Para celebrar los 20 años de la publicación de la primera novela de J.K. Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal, esta actividad transformó el Salón Enrique Martínez en un escenario de magia.
Las capas y los lentes redondos de Potter se multiplicaron entre los niños. Incluso hubo quién llevaba a la lechuza Hedwig, claro, en su jaula, no se fuera a escapar. El popular mago no fue el único personaje en este congreso de hechicería. Las fuerzas oscuras de los Mortífagos y el ejército de Dumbledore también acudieron, por fin frente a frente, varitas en mano, listos para reír y jugar.
Los fans dieron vida a personajes no tan destacados como Myrtle La Llorona, la profesora Trelawney o Bellatrix Lestrange. Cada participante tuvo unos minutos para presentarse. Se habían transformado, con el atuendo y la forma de caminar, de hablar, de andar por la vida. Algunos recitaban los diálogos del libro como un poderoso sortilegio.
"Me identifiqué con Hermione Granger porque en los libros es un poco tímida, callada pero también tiene un lado muy alegre y anima a sus amigos. Me di cuenta que yo era igualita", comenta una fan con un disfraz que por dos semana le hizo su madre.
De acuerdo con los jóvenes participantes el azar no corresponde a la magia. Eligen sus personajes porque tienen una conexión íntima con ellos, en sus acciones y los valores que transmiten.
No faltó quien convocara a Lord Voldemort, sin embargo nadie tuvo miedo.
Padres y jóvenes celebraban a uno de los magos preferidos de la literatura. Un hechicero capaz, como los participantes, de jugar entre la fantasía y la realidad. Travesura realizada o alguien podría leerlo.
RSE