El Día de las Escritoras de celebra desde el 2016 el lunes más cercano a la festividad de Teresa de Jesús (una de las más destacadas autoras españolas) el 15 de octubre, por iniciativa de la Biblioteca Nacional de España, la Federación de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresariales, además de la Asociación Clásicas y Modernas. Esto con el objetivo de reivindicar la labor y el legado de las escritoras a lo largo de la historia.
En Torreón nacieron dos de las escritoras más importantes de la literatura mexicana, Magdalena Mondragón y Enriqueta Ochoa, ambas han dado nombre a premios literarios.
Magdalena Mondragón, narradora, dramaturga y poeta nació el 14 de julio de 1913, fue directora de Prensa, Boletín Cultural Mexicano, Sólo para Ellas. Además presidió el Taller de Periodistas de América, fue miembro del Colegio de Literatura del Instituto Mexicano de Cultura, y colaboró con diversos diarios nacionales como El Universal, El Nacional, La Prensa y La Opinión.
Aunado al periodismo, la torreonense tuvo una importante producción literaria al publicar cerca de veinte volúmenes entre novelas y poemarios.
Obtuvo diversos premios a lo largo de su carrera como el Premio del Ateneo Mexicano de Mujeres 1938, el Premio El Nacional 1954, Premio Filomeno Mata 1974, Aguascalientes, La Pluma de Oro y Brillantes de la UNAM, Premio Nacional de Periodismo 1983 y 1987. Fallece el 5 de julio de 1989 en Ciudad de México.
Durante más de veinte años la UAdeC organizó el Concurso Literario Magdalena Mondragón que busca fomentar la creación literaria de la comunidad estudiantil del país, concurso que se retomó en 2018 luego de una pausa por falta de presupuesto.
La Asociación Nacional de Periodistas Universitarias creó la Medalla Magdalena Mondragón.
Enriqueta Ochoa nació el 2 de mayo de 1928, estudió en la escuela Normal de Maestros, entregó toda su vida a la poesía, ya que desde los nueve años comienza sus primeros escritos.
Trabajó como profesora en la UAEM, la UNAM, la SOGEM, la Normal Superior del Estado de México, además de coordinar talleres literarios del INBA en ciudades como Aguascalientes, Tlaxcala, Ciudad de México y Torreón.
Sus poemas han sido traducidos a diversos idiomas como el francés, inglés, alemán y japonés, publicados a lo largo de más de diez poemarios además de aparecer en antologías de poesía mexicana.
En 1979 le fue entregada La Placa de Oro como Hija Predilecta de Coahuila. En 1994 se crea el Certamen Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa en el que se puede concursar siendo mexicano o residente por al menos cinco años en el país con un poemario inédito.
Ganó la medalla de Bellas Artes en 2008, año en que falleció dejando un hueco en las letras hispanas, pero dejando una huella imborrable en la poesía mexicana.