Visible desde cualquier punto del Parque Fundidora y cercanías, el Museo del Acero Horno 3 se mantiene como un testimonio de la vida industrial de la ciudad.
El museo cumple 12 años de ser ahora una maestranza para la divulgación de la ciencia en niños y jóvenes, su vocación original por el cual se inició su proceso de restauración en 2005.
- Te recomendamos Museo del Acero, un gigante con vocación Policía
Para Alberto Pérez Unzueta, asesor científico del Museo del Acero, el objetivo inicial del recinto era mantener su vocación como formador de personas, ahora enfocado a la ciencia y tecnología.
“Esa Maestranza, que era la gran escuela de oficios para los trabajadores de la Fundidora, ahora se convierte en un espacio interactivo para divulgar la ciencia y tecnología en los niños”, refiere Alberto Pérez Unzueta, quien participó en el diseño original del proyecto.
La Fundidora fue un espacio para la formación de sus miles empleados, quienes aprendieron los diversos oficios que la empresa demandaba.
El proyecto de crear un museo interactivo sobre la historia del acero buscaba retomar esa idea, solo que adecuándolo a las necesidades actuales.
Una vez funcionando -el museo se inauguró un 16 de agosto de 2007- se establecieron acuerdos con la UANL, el Tecnológico de Monterrey, la U-ERRE y la Universidad de Monterrey para generar diplomados infantiles.
La oferta es variada, pues van desde la enseñanza de química y medicina hasta arquitectura sustentable o robótica.
“Se ha tenido cuidado para que sea un proyecto en el que todos participen, prácticamente tenemos convenios con las principales universidades del estado y cada una se ha hecho responsable de los diplomados infantiles, por ejemplo”, agregó Pérez Unzueta.
En el marco del aniversario del Museo del Acero se contempla un programa de rediseño en exposiciones, enfocándose a las nuevas tecnologías con secciones completamente interactivas.
Tras su restauración y puesta en marcha, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) reconoció el proyecto al declararlo como Monumento Artístico de la Nación, junto al Alto Horno Número 1.
“La idea original de hacer el museo es que se pagara un tributo a toda la gente que participó en esa gran industria, que generó el crecimiento de Monterrey como una ciudad industrial”, señala el asesor científico del museo.
El Museo del Acero Horno 3 celebró ayer su aniversario 12, ofreciendo la entrada gratuita a sus servicios como exposiciones, el Show del Horno y el Paseo por la Cima.