Con la llegada del Adviento, las iglesias y hogares cristianos alrededor del mundo comienzan a preparar una de las tradiciones más significativas de esta temporada: la Corona de Adviento. Este símbolo de esperanza, paz y alegría marca las cuatro semanas previas a la Navidad, guiando a los fieles en un camino de reflexión y preparación espiritual.
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¿Qué es la Corona de Adviento?
La Corona de Adviento, como la conocemos hoy, tiene raíces que combinan antiguas tradiciones germánicas y prácticas cristianas. En tiempos precristianos, los pueblos nórdicos encendían velas durante el invierno como símbolo de luz y esperanza. Con el paso de los siglos, esta costumbre fue adaptada por la Iglesia para representar la llegada de Jesucristo, la luz del mundo.
Su diseño circular simboliza la eternidad de Dios, sin principio ni fin, mientras que las ramas verdes evocan esperanza y vida eterna. Además, las velas colocadas en la corona iluminan progresivamente el camino hacia la Navidad, recordando la importancia de estar preparados espiritualmente para el nacimiento de Cristo.
Las velas y su significado
La corona tradicional incluye cuatro velas, cada una con un significado particular, y se encienden en un orden específico durante cada domingo de Adviento:
Primera vela (Morada): La vela de la esperanza
Representa la fe en las promesas de Dios y la esperanza de la llegada del Salvador. Se enciende el primer domingo de Adviento, marcando el inicio de este tiempo litúrgico.
Segunda vela (Morada): La vela de la paz
Se prende el segundo domingo y simboliza la preparación y el camino hacia la reconciliación y la paz que trae Jesucristo.
Tercera vela (Rosa): La vela del gozo
Encendida el tercer domingo, también conocido como el Domingo de Gaudete o de la alegría, esta vela celebra la cercanía de la Navidad. Su color rosa rompe con el morado penitencial y enfatiza la alegría de la espera.
Cuarta vela (Morada): La vela del amor
Se ilumina el cuarto domingo, justo antes de la Navidad, para recordar el inmenso amor de Dios al enviar a su Hijo al mundo.
Quinta vela (Blanca, opcional): La vela de Cristo
Muchas coronas incluyen una vela central blanca, que se enciende el día de Navidad, simbolizando a Jesucristo como la luz del mundo.
Tradición viva en los hogares y parroquias
En muchos hogares, la Corona de Adviento se convierte en un espacio de encuentro familiar. Cada domingo, las familias se reúnen para encender una vela, leer pasajes bíblicos y orar. En las parroquias, este símbolo también acompaña las celebraciones litúrgicas, invitando a los fieles a reflexionar sobre los valores fundamentales del Adviento.
Esta tradición, rica en simbolismo y significado, no solo nos conecta con nuestras raíces espirituales, sino que también nos invita a vivir la Navidad desde la esperanza, la paz, la alegría y el amor.